P. RICO: Condenan escalada racista contra dominicanos
SAN JUAN.- La escalada represiva en Puerto Rico, de arrestos arbitrarios y deportaciones de dominicanos y de otras nacionalidades, deriva de una política racista y clasista del gobierno de Donald Trump que viola los derechos y desprecia la dignidad humana, denunció la Masonería Patriótica.
El Gran Oriente Nacional de Puerto Rico, desde sus principios masónicos de Libertad, Igualdad y Fraternidad, condenó enérgicamente estos actos que, como política racista de Trump, han sido tomados por la clase política gobernante de Puerto Rico como “normales”.
Elsie Torres Negrón, Gran Maestra de la entidad masónica, sostuvo que “estas redadas, que desde la mentira planificada tanto la presidencia de Trump como las principales figuras del gobierno colonial han tratado de pintar como ‘enfocadas’ principalmente en extranjeros con historial ‘delictivo’, en realidad son parte de la nefasta visión fascista de que los inmigrantes pobres ‘contaminan la sangre’ de Estados Unidos. Con ello, Trump normaliza el supremacismo como política pública, lo que entonces se manifiesta en lo que están sufriendo hoy las comunidades de inmigrantes en todo territorio bajo el poder imperial de EE.UU”.
La líder masónica expresó que, a lo largo de su historia, ha existido en la masonería un firme compromiso con la promulgación y defensa de los derechos y la integridad de todos los seres humanos.
Recordó que la masonería inspiró el nacimiento de dos documentos básicos para la convivencia humana: La Declaración Universal de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, en 1789, y la Declaración Universal de los Derechos Humanos, 1948.
“Bajo nuestros preceptos resulta insostenible toda acción dirigida a la violación de las leyes humanitarias, el menoscabo de los derechos humanos y los derechos civiles de los ciudadanos y todo aquello que atente contra su dignidad. Partiendo de nuestros principios fundamentales, reiteramos nuestra enérgica condena de los decretos que se nos han impuesto, en razón de nuestra realidad colonial, desde la presidencia de los Estados Unidos y que han sido adoptados como propios por la administración de Jennifer González Colón en Puerto Rico”, sostuvo Torres Negrón.
Argumentó que, “aún cuando reconocemos el derecho de cada país de establecer el ordenamiento jurídico necesario para fijar sus políticas de inmigración, advertimos que, por su carácter violento y cifrado en la estrategia política del odio, este no es el caso de un país ejerciendo sus derechos soberanos”.
Elaboró que, “el carácter violentamente excluyente de las políticas de Trump se expresa, de igual forma, al llegar al extremo de intentar eliminar, por decreto, el derecho constitucionalmente reconocido en ese país de la ciudadanía por nacimiento en suelo estadounidense. El rechazo debe ser enérgico de parte de todos los sectores sensatos y de consciencia, pues esta estrategia supremacista apunta principalmente, también, a cambios cualitativos en las formas y maneras de dominación y control de la clase trabajadora y de otras fuerzas opositoras, para lograr el objetivo central del fortalecimiento hegemónico del sector de la oligarquía empresarial de los Estados Unidos y Puerto Rico.
“Resulta altamente preocupante el mimetismo de la brutal arbitrariedad del presidente estadounidense por los administradores locales de la colonia”, dijo, al tiempo que agregó que “la federalización de la Policía de Puerto Rico, la propuesta legislación que prohíbe las manifestaciones en las calles del País, la aceptación sumisa de las disposiciones federales que darán lugar a un mayor deterioro de la educación de nuestros hijos y la prestación de los servicios de salud a la población”.
Detalló que parte integral del plan que se avista, es también la pretendida eliminación del Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP) e incorporación de sus funciones al campo economicista del libre que se promulga desde Washington. También, la utilización oportunista de las comunidades más vulnerables, la arbitrariedad proteccionista del ‘comfort’ y el lujo de los violadores de la legislación protectora de nuestras playas y costas, son de igual forma signos evidentes de un paralelismo ideológico que marcha en contra de los mejores intereses de la nación puertorriqueña.
“Ante la realidad de la brutal ofensiva del gobierno de los Estados Unidos y la sumisa reacción de la administración colonial, que pretende imponer la dictadura del gran capital sobre los derechos y el bienestar general de la ciudadanía, el Gran Oriente Nacional de Puerto Rico expresa su total solidaridad con los inmigrantes víctimas de la arbitrariedad y la desmedida ambición económica, haciendo un llamado a nuestro pueblo a rechazar enérgicamente las mismas y a expresarlo con acciones concretas. Asimismo, como Masonería Patriótica Puertorriqueña, reiteramos la mayor solidaridad a las víctimas de la ambición imperialista, rechazando todo intento de degradar la integridad y la dignidad de los afectados”, concluyó Torres Negrón.