¿Cuál es la realidad económica de los ciudadanos rusos, chinos e iraníes?
Nueva York: Rusia, Irán y China son tres países clave que han contribuido a la creación de un mundo multipolar, aunque China, en particular, intenta mantener un perfil bajo respecto a su apoyo tácito a las acciones bélicas de Rusia e Irán, los cuales mantienen en vilo al mundo entero.
Rusia, por ejemplo, blande su arsenal nuclear y amenaza con llevar al mundo libre de vuelta a la Edad de Piedra mediante un holocausto nuclear. Irán, cuya principal meta parece ser la eliminación del pueblo israelí, ha sembrado el caos en Oriente Medio, armando y financiando a grupos terroristas como Hamas, Hezbollah, los hutíes de Yemen, el dictador Bashar al Assad en Siria y milicias en Irak.
Aunque muchos podrían pensar que los ciudadanos de estos países disfrutan de un nivel de vida elevado, la realidad es que la gran mayoría vive por debajo de los estándares de riqueza de otras naciones.
Por ejemplo, el ingreso per cápita de China en 2023 fue de 12,681 dólares, lo que lo coloca por debajo del umbral de «altos ingresos» del Banco Mundial, que está fijado en 13,845 dólares.
En Rusia, el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita en 2024 se estima en 14,820.83 dólares, según Statista.
En Irán, el ingreso per cápita en 2023 fue de 4,503 dólares estadounidenses.
Para poner esto en perspectiva, en Estados Unidos, el ingreso per cápita en 2023 se estima en 80,412 dólares, mientras que en Israel, el ingreso per cápita es de 52,261.7 dólares al año.
Relación entre conflictos bélicos, gasto militar y pobreza
China tiene actualmente un presupuesto militar de 296,000 millones de dólares, un incremento del 60% en los últimos diez años, lo que representa aproximadamente el 1.7% de su PIB.
Rusia, ha aumentado en un 67.65% su presupuesto militar para 2024 en comparación con el año anterior. En 2024, los gastos militares superaron los gastos sociales, alcanzando los 66,730 millones de dólares.
Irán, según datos del Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI), destinó unos 10,300 millones de dólares a su gasto militar en el último año.
¿Por qué países como China, Rusia e Irán invierten sumas tan grandes en sus presupuestos militares, a pesar de que muchas de sus poblaciones viven en condiciones de pobreza? Generalmente, los líderes de estos países justifican este gasto en función de contextos geopolíticos, estratégicos, ideológicos e incluso económicos.
Consideran que un ejército fuerte es esencial para asegurar su soberanía y protegerse de amenazas externas. En el caso de Rusia, por ejemplo, la historia de invasiones desde Occidente, como la invasión napoleónica y la invasión nazi durante la Segunda Guerra Mundial, ha alimentado una mentalidad de defensa a toda costa.
China, está expandiendo su influencia en Asia y más allá, mientras que Irán busca contrarrestar las presiones de Occidente y los aliados regionales de EE. UU., como Arabia Saudita e Israel.
Invertir en capacidades militares no solo tiene que ver con la defensa, sino también con el poder de disuasión. Los tres países buscan ejercer influencia a nivel regional o global, y esto incluye el uso de su poder militar para intimidar o influir en otras naciones.
Esto es especialmente relevante para China, que está consolidando su poder en el Pacífico y desea controlar el comercio y la seguridad en la región.
Finalmente, la estabilidad interna y el control del régimen son condiciones sine qua non en regímenes autoritarios como los de Rusia, China e Irán. El aparato militar también se utiliza para mantener el control interno, especialmente frente a posibles protestas o disturbios. Tener fuerzas armadas fuertes no solo es importante para la defensa externa, sino también para prevenir cualquier amenaza interna que pudiera desafiar el liderazgo.