¿Qué concesiones hicieron Israel y Hamas para lograr el acuerdo de alto al fuego con intercambio de rehenes en Gaza?

¿Qué concesiones hicieron Israel y Hamás para lograr el acuerdo de alto al fuego con intercambio de rehenes en Gaza?
El Cairo, Egipto: El reciente acuerdo de alto al fuego entre Israel y Hamás, alcanzado con mediación de Egipto, Qatar y Estados Unidos, representa un punto de inflexión en la guerra de Gaza al incluir concesiones simultáneas de ambas partes, algo sin precedentes en este conflicto. El pacto forma parte de un plan de veinte puntos impulsado por Washington y busca abrir una vía política hacia la reconstrucción de Gaza y reducir el riesgo de nuevas hostilidades, aunque no constituye una paz definitiva.
Israel accedió a realizar una retirada parcial y escalonada de sus fuerzas de las zonas densamente pobladas de Gaza, a crear corredores humanitarios y a liberar cerca de dos mil prisioneros palestinos, incluidos 250 condenados a cadena perpetua. Asimismo, permitirá el ingreso de ayuda humanitaria a través de los cruces de Rafah y Kerem Shalom y el retorno limitado de desplazados al norte del enclave.
Por su parte, Hamás aceptó liberar a todos los rehenes israelíes vivos, estimados en unos veinte, y entregar los cuerpos de los fallecidos, en un plazo de 72 horas tras el inicio de la retirada israelí. El grupo también consintió en que las liberaciones se efectúen por etapas bajo supervisión internacional de Egipto, Qatar y Estados Unidos, comprometiéndose a mantener la tregua y suspender ataques mientras ambas partes cumplan los plazos.
El acuerdo establece una secuencia sincronizada: Israel dispone de 24 horas para iniciar el repliegue parcial y Hamás de 72 horas para liberar a los rehenes, con el objetivo de garantizar equilibrio y evitar la desconfianza mutua.
Las reacciones han sido cautelosas. En Israel, el primer ministro Benjamin Netanyahu calificó las concesiones como necesarias para recuperar a los ciudadanos retenidos. En Gaza, Hamás presentó el acuerdo como una victoria al lograr la liberación de prisioneros y la suspensión de ataques. Sin embargo, ambos lados consideran la tregua más una pausa táctica que el fin del conflicto.
El pacto incluye un mecanismo de verificación internacional para asegurar su cumplimiento, aunque quedan temas pendientes de resolver, como la desmilitarización de Hamas, la administración futura de Gaza y el calendario de retirada total israelí. Diplomáticos advierten que cualquier incumplimiento podría romper el frágil equilibrio alcanzado.
La comunidad internacional ha recibido el acuerdo con prudencia. Estados Unidos lo calificó como un primer paso hacia una solución más amplia, la Unión Europea pidió una hoja de ruta hacia una paz duradera y Naciones Unidas destacó que, por primera vez, las partes hicieron concesiones verificables y coordinadas.
La tregua no pone fin a la guerra ni resuelve sus causas estructurales, pero representa un avance inusual hacia la cooperación y el diálogo. Su sostenibilidad dependerá del cumplimiento de los plazos, la vigilancia internacional y la voluntad política de ambas partes para transformar una pausa en una oportunidad de paz real.























