Masacres en RD; un mal latente pero en menor medida que en EEUU
Tras la matanza ocurrida ayer en el desfile del Día de Independencia en Highland Park, Estados Unidos, además de los tiroteos que han costado la vida de cientos de personas, en hechos que cada vez cuestionan más la salud mental y las leyes de armas en ese país, surge la pregunta de que si pudieran ocurrir este tipo de masacres en República Dominicana.
Los sucesos ocurridos en el país y que han acaparado la opinión pública han puesto en más de una ocasión sobre la mesa del debate las enfermedades mentales, así como lo signos de depresión y tensión que en los últimos años presenta la sociedad dominicana.
Si bien es cierto que las motivaciones de las masacres que ocurren en Estados Unidos y en República Dominicana tienen matices totalmente distintas, ya que en el país del norte siempre son motivadas por ideologías políticas, supremacistas y raciales; mientras que aquí prevalecen los feminicidios y ajustes de cuenta, no es menos cierto que cada día que transcurre estos horribles actos son más comunes.
Por ejemplo, en julio de 2021, Angelo Santana fue el protagonista de la mayor masacre cometida por un “lobo solitario” en República Dominicana al asesinar a seis personas, herir a otras nueve y posteriormente suicidarse.
La masacre de Higuey se produjo cuando el tirador acudió a la casa de su exesposa para que ella lo perdonada ya que estaban separados. A esta rechazarlo, Santana tomó la decisión de perpetrar la masacre.
En Yamasá
En diciembre de 2021, tan solo varios meses después de que se produjera la masacre de Higuey, Yojansel de los Santos asesinó a tres personas con arma blanca, incluyendo a su exesposa.
Las víctimas fueron identificadas como Magalis de la Cruz, Juana Marte y Anastasio de la Cruz. Además, resultó herida una de las hijas de Magalis.
Horror en San Cristóbal
Yerle Aneury Heredia (Morao) asesinó a cuatro personas en San Cristóbal en una especie de frenesí de locura supuestamente por deseos de venganza. No obstante, luego de escapar de la persecución policial y al verse rodeado por las autoridades, este decidió suicidarse.
Según la Policía Nacional, Morao optó por quitarse la vida con la misma arma que cometió la masacre.
Para saciar su sed de sangre, Morao recorrió los barrios Moscú, Cinco de Abril, Villa Progreso y Los Molinas Los Molina para matar a José Altagracia Pineda, de 34 años; Luis Alberto Villar, también de 34 años; Maniquí Manuel Brea y al cabo de la Policía Ricky Gabriel Agüero, de 26 años.
Por un parqueo
En mayo de 2018, tres hombres fueron asesinados y un menor de edad resultó herido luego de que Juan David Cuevas, un agente policial, discutiera con sus víctimas por un parqueo en el sector Los Tres Brazos.
Según los vecinos, entre los familiares de los agresores y los agredidos anteriormente hubo discusiones porque una de las victimas estacionaba vehículos frente a la vivienda de estos, quienes no se sentían a gusto con esta acción.
