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Cadena perpetua a un supremacista blanco por asesinato de afroamericano con una espada en Manhattan

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Por Miguel Cruz Tejada

NUEVA YORK._ El supremacista blanco y veterano del ejército de Estados unidos, James Jackson, de 30 años de edad y nativo de Maryland, fue condenado ayer miércoles a cadena perpetua por el asesinato con una espada del afroamericano Timothy Caughman en el centro de Manhattan, el 20 de marzo de 2017.

La víctima tenía 66 años de edad y el supremacista lo escogió al azar, diciendo luego en la corte que vino desde Maryland a Nueva York “cazar negros para asesinarlos”, según los fiscales.

Jackson, fue condenado después de declararse culpable de seis cargos de asesinato en primer grado, terrorismo, crimen de odio y armas.

Aceptó el acuerdo de culpabilidad a pesar de que el juez y los fiscales  no le dieron ninguna opción para una sentencia más leve o un juicio.

El fiscal del distrito, Cyrus R. Vance Junior, se presentó en la Corte Suprema de Manhattan y leyó un pasaje del manifiesto de Jackson para demostrar que este crimen era un acto de terrorismo doméstico, en una actuación que se vez raras veces en los fiscales distritales de Estados Unidos, que siempre designan sus adjuntos.

“La guerra mundial racial comienza hoy, este ataque terrorista político es una declaración formal de la guerra total global contra la raza negra. Deben ser exterminados lo más rápido posible”, dice el manifiesto escrito por el supremacista blanco y leído por fiscal.

Jackson dejó el manifiesto, que estaba adornado con una esvástica de la Alemania nazi y una Cruz del Klux Klu Klan (KKK), en una memoria flash sin encriptar, que revisó la policía después de su arresto. En el documento racista Jackson, cerró su advertencia con las palabras en inglés “Hail Victory! Sieg Heil” y está firmado Sir James Harris Jackson, dijo el fiscal.

Vance dijo que su oficina no publicaría el documento completo para que no ayudar inadvertidamente al acusado a difundir su mensaje de terror y odio.

Dijo que al leer un fragmento, quería mostrar que al asesinar a Caughman, Jackson estaba lanzando un ataque contra todos los afroamericanos.

Este es la primera condena  en el estado de Nueva York por asesinato en primer grado como un acto de terrorismo, explicó el fiscal.

En un tono monótono, Jackson expresó su remordimiento por primera vez. “Solo quería disculparme con todos los que se han visto afectados negativamente por esta tragedia horrible e innecesaria”, dijo. “Si pudiera hacerlo todo de nuevo, esto nunca hubiera sucedido”.

En un asesinato tan malvado que sacudió la ciudad hasta el fondo, Jackson hundió una espada en la espalda de Caughman mientras estaba inclinado sobre un montón de basura recogiendo latas y botellas.

Caughman, que era muy querido en el barrio Chelsea, cayó al suelo y levantó las manos mientras Jackson lo apuñalaba repetidamente en la la Novena Avenida, cerca de la calle 36 Oeste. Jackson huyó para cazar a su próxima víctima.

Más tarde, el veterano del ejército le dijo a la policía durante una escalofriante confesión grabada en video, que quería comenzar una guerra racial y estaba particularmente enfurecido por las relaciones sexuales inter raciales.

Mientras caminaba por las calles en busca de un nuevo objetivo, dijo que veía parejas de razas mixtas en cada cuadra y se dio cuenta de que era demasiado tarde.

Se entregó a la policía un día después del asesinato de Caughman.

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