Escritora Jennifer Egan dice que el internet y las redes sociales están fusilando a los medios de comunicación tradicionales
La escritora premiada con un Pulitzer y periodista estadounidense Jennifer Egan opina que internet ha facilitado la labor periodística pero también le ha complicado la vida al sector, ya que las redes sociales están “matando” a los medios de comunicación, aunque pese a todo se considera optimista.
“Resulta muy frustrante que nunca hemos necesitado el periodismo más que ahora y nunca ha sido tan duro vivir de él”, dijo la autora en una entrevista con Efe, con motivo de la edición en español de su última novela, la histórica “Manhattan Beach” (Salamandra).
Egan, que además de publicar cinco novelas ha elaborado amplios reportajes para medios como The New York Times en los últimos veinte años, consideró que “internet parece liberar la naturaleza pueril de los seres humanos: son malos, son irritables, lo quieren todo gratis y lo quieren ahora”.
A la periodista le parece “lamentable” y “de locos” que las redes sociales e internet “estén básicamente matando a las empresas de noticias” porque es “como canibalismo” y, sin los medios, entonces “solo hay basura en todas esas páginas web”.
Y precisamente porque es tan necesaria la buena información como su síntesis, resuelve que esta situación en la que “el perro se muerde la cola” encontrará el camino, porque hay ejemplos de medios digitales que han hallado una vía para pagar a sus reporteros.
“Lo inesperado es cuán imposible es el modelo de negocio para el periodismo y tenemos que arreglarlo”, sostiene la escritora, que para su última novela dejó de lado sus reportajes y no siente que ese sea “realmente” su trabajo, pero aún así se ve como una “invitada” en el sector.
Como presidenta del PEN America, institución que defiende la libertad de expresión y los derechos civiles, Egan señaló que el impacto de internet en la literatura no es el mayor de los problemas para los escritores, sino los autócratas que intentan suprimir la “complejidad de pensamiento y discurso” que aportan al electorado.
“Internet, propiamente dicho, puede afectar de ambas maneras en esta situación, y los autócratas y dictadores han encontrado maneras de aprovechar internet e incluso están intentando hacerlo en nuestro país”, comentó, sin ir más allá.
Insiste, no obstante, en que “lo más problemático de internet es que mata a las instituciones que más necesita”. ¿No es eso pesimista? “Las cosas mueren y renacen, es un proceso en la manera que yo lo veo, y me siento bastante positiva sobre el periodismo: ¿qué vamos a hacer sin él?”, cuestiona.
Se trata de un problema de negocio y “alguien tiene que resolverlo desde el punto de vista del negocio”, pero como en toda transición, hay “tumultos” previos a una resolución.
“Ya está ocurriendo: el muro de pago del New York Times ha funcionado bien y les va mejor. Los periódicos locales han sufrido mucho, pero las noticias locales son las más importantes y las publicaciones en línea están encontrando modelos que funcionan”, razonó.
Son problemas que le afectan en mayor o menor medida, pero Egan tira de pragmatismo y asegura que es más “extremo” el del planeta, “que se curará a sí mismo y si se tiene que deshacer de nosotros, lo hará”, aunque prefiere que sobrevivamos.
“Los seres humanos somos bastante ingeniosos y desafortunadamente muy egoístas. Siempre ha habido esta tensión entre la habilidad para pensar a lo grande y el deseo avaricioso de pensar a pequeña escala”, concluye la autora.