“La estrangulé porque quería que sufriera” le dijo dominicano a policía después de asesinar mujer
NUEVA YORK._ El dominicano Ángel Esteban Félix Rodríguez, de 24 años de edad, quien se entregó a la policía del cuartel 48 en El Bronx, les dijo a los investigadores que estranguló a su mujer, la dominicana Indira Ramírez Rivera, de 21, porque quería que ella sufriera, luego que la víctima se negó a abrirle la puerta del apartamento y lo dejó toda la noche afuera.
Los fiscales dijeron el viernes, cuando el confeso asesino fue instruido formalmente por cargos de homicidio, asesinato en segundo grado y posesión criminal de un arma, que Rodríguez, hizo horrorosas confesiones a los detectives de homicidio.
El dominicano, también entregó las llaves del apartamento que compartía con la mujer, en el sótano del edificio 1628 en la avenida Nelson, cerca de la calle 174 en El Bronx.
“Quería que ella sufriera”, les habría dicho Rodríguez a los policías durante su confesión en el cuartel.
Los investigadores, no han detallado las heridas graves que causaron la muerte a Indira, pero dijeron que una, es una gran contusión en el cuello, lo que sugiere que fue estrangulada, pero se sigue a la espera de la autopsia oficial.
Rodríguez, le dijo además a la policía que fueran a buscar la muerta al sótano, donde la mató.
También admitió que la asfixió durante una discusión con la víctima.
Ella había regresado de la República Dominicana días antes de ser asesinada, donde fue a someterse a una cirugía plástica.
Vecinos dijeron que la relación de la pareja, era inestable, con altos y bajos y que en el momento de estrangularla, algunos escucharon gritos de ambos, pero más de la mujer.
En el cuartel, Félix Rodríguez, habló con los policías a través de un intérprete en español que lo acompañó, llegando a las 6:00 de la tarde del miércoles y admitió a los oficiales que asesinó a Indira dos días antes.
Rivera fue descubierta estrangulada boca arriba en una cama, dijeron las fuentes.
Vecinos sorprendidos dijeron que Rivera se había mudado del apartamento en el pasado antes de volver de regresar al lado del matador.
Una vecina dijo que escuchó a uno de los paramédicos decir que parecía que en la escena del crimen, “había estado el diablo”.
