La importancia de aprender Lengua de señas.
Por . Mario Antonio Lara Valdez
Urgente aplicación de políticas públicas dirigidas a lograr sensibilizar sectores sociales y políticos para pasar de discursos aéreos a reales acciones palpable en República Dominicana.
En este constante proceso de aprendizaje podemos encontrar oportunidades para apreciar que debemos seguir mejorando como personas al reflexionar y reflejarnos en realidades que viven muchos ciudadanos.
Tener la oportunidad de conocer historias de personas que tienen alguna discapacidad o alguna condición especial pero si embargo transforman esa realidad en reto superado colocándose en hacerme una autocritica a mi mismo .
Durante cuatro sábados asistí como alumno al curso de lengua de señas donde pudiéramos encontrar infinitas historias personales de superación pero lo más importante es que aquellos con alguna discapacidad demuestran con hechos como superan obstáculos que los llamados (normales) no son capaces de vencer por miedo interno o social.
Nuestra profesora presentó su historia familiar así como cada alumno expresó motivos para aprender y compartir conocimientos sobre el lengua de señas en nuestro entorno familiar y profesional.
Lograr desarrollar empatía es fundamental para encontrar causas a nuestra existencia como seres humanos ya que desde nuestro aporte iniciamos o provocamos cambios reales favorables.
Más que graduarme de lenguaje de señas para entender vía mis manos y gestos visuales es posible que también estoy aprendiendo mucho sobre cómo hacer cuando mis capacidades estén limitadas por un accidente o temas propios de la vejez.
Me gustaría pensar que tenemos una clase política en nuestro querido país que pueda entender los sectores sociales vulnerables para lograr vivir más allá de las ayudas odiosas cambiando esto por disfrute del derecho a ser parte fundamental de la sociedad y con derechos fundamentales garantizados .
Es urgente solicitar a medios de comunicación, políticos, candidatos presidenciales, legisladores, alcaldes y regidores, así como funcionarios públicos caminar por aceras llena de obstáculos para que puedan sentir alguna empatía en una ciudad hostil a las personas con algunas discapacidad así como también los envejecientes.