El Senado de EE.UU. presenta un plan bipartidista para evitar el cierre del Gobierno
Los líderes demócratas y republicanos del Senado de Estados Unidos propusieron este martes un plan para financiar al Gobierno hasta mediados de noviembre, lo que evitaría un cierre de la Administración a partir de la semana que viene, cuando está previsto que se acaben los fondos disponibles.
La propuesta, que pasó hoy su primer trámite parlamentario en la Cámara Alta, de mayoría progresista, necesitará también el apoyo de la Cámara Baja, controlada por los conservadores, y donde un grupo de congresistas republicanos díscolos se resiste a aceptar una solución a corto plazo para financiar a las agencias federales.
La medida del Senado incluye 6,000 millones de dólares para Ucrania y otros 6,000 millones para financiar los servicios de respuesta a emergencias medioambientales.
Con 77 votos a favor (cómodamente por encima de los 60 que normalmente se necesitan para aprobar medidas) y 19 en contra, la propuesta superó en la tarde del martes su primer obstáculo parlamentario, un voto procedimental, lo que permitirá que tenga lugar una votación final en la Cámara Alta en algún momento de la semana.
De aprobarse en ambas cámaras, la resolución serviría para mantener en funcionamiento el Gobierno al menos hasta el 17 de noviembre. Tanto el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, como el líder de los republicanos, Mitch McConnell, defendieron la propuesta y pidieron a los miembros de sus respectivos partidos que la apoyen.
«Es un puente hacia la cooperación y contra el extremismo. Animo a los miembros patriotas y razonables de ambas cámaras a que se unan para aprobar esta resolución», dijo Schumer en el hemiciclo.
Si la Administración pública se queda sin fondos a partir del 30 de septiembre, fin del actual año fiscal, la mayoría de las agencias gubernamentales, museos y parques nacionales cerrarán sus puertas, mientras que cientos de miles de empleados federales se quedarán temporalmente sin trabajo y sin sueldo, lo que podría acabar teniendo un impacto en la economía.
La situación se encuentra en un punto muerto y la Casa Blanca ya ha pedido a las agencias federales que hagan los preparativos necesarios para echar el cierre.
Todas las miradas están puestas sobre el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy, quien ha intentado persuadir al ala más radical de su partido para aprobar una resolución que financie el Gobierno a corto plazo y evite que se quede sin fondos.
Sin embargo, los más afines al expresidente Donald Trump (2017-2021), unidos bajo el paraguas del «Freedom Caucus» (El Caucus de la Libertad), se han opuesto.
Su objetivo es deshacer un acuerdo al que llegaron en junio el presidente estadounidense, Joe Biden, y McCarthy, mediante el cual el Congreso suspendió el límite de deuda del país a cambio de que la Casa Blanca aceptara límites específicos en el gasto gubernamental.
Al «Freedom Caucus» no le gustó ese pacto y quieren más recortes. En concreto, buscan establecer un límite de gasto público de 1.47 billones de dólares para el año fiscal 2024, lo que supone 120.000 millones de dólares más en recortes de lo acordado.