Jóvenes que se sienten viejos, el efecto menos pensado del estrés en menores de 35 años
El estrés se define como una sensación de tensión mental y preocupación desencadenada, en general, por circunstancias adversas. Este estado, que es inherente a la condición humana, actúa como respuesta instintiva y natural frente a diversos estímulos desafiantes.
La manera en que los individuos lo gestionan determina su impacto en la salud y el bienestar, tal como indica la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Si bien en general el estrés ha sido asociado a los adultos y a la vorágine de su vida cotidiana, ahora, la ciencia puso el foco en los jóvenes, ya que un estudio liderado por expertos de la Universidad Estatal de Carolina del Norte planteó que pueden experimentar “sensaciones de envejecimiento” en días estresantes, especialmente cuando sienten que tienen menos control sobre sus vidas.
“El estudio va más allá y sugiere que los adultos jóvenes pueden sentirse envejecidos cuando están en cualquier situación estresante pero, mas aun, cuando pierden el control de su vida. Una hipótesis respecto de esto podría ser que asocian la vejez con el desvalimiento y la ineptitud de resolver problemas. De modo que, si se pierde el control de una situación de la vida, es porque se es incapaz y, por ende, viejo. Contrastando con la percepción de los adultos mayores, por ejemplo, en la que el envejecimiento está relacionado con el cansancio, la falta de energía y los malestares físicos y no con su incapacidad resolutiva”, siguió el experto.
el estudio abre un eje de debate sobre qué significa para los adultos jóvenes tener el control de su vida. “En terapia, esta es una temática recurrente, con jóvenes que poseen una falsa sensación de control, planificando su vida al detalle con la certeza de que podrán dirigirla exactamente a donde desean. A menudo, lo hacen sin tener en cuenta la incertidumbre y la imprevisibilidad de la vida. Cuando los hechos no suceden como planeado, lo que suele pasar a menudo, se disparan reacciones de estrés, ansiedad, frustración y enojo con la consecuente visión negativa de sí mismo”, amplió.