Irán e Israel: peones del juego geopolítico
Irán es un país ubicado en el Medio Oriente, limitando con el Golfo Pérsico, el Mar Caspio y varios países importantes como Irak, Turquía, Afganistán y Pakistán. Esta ubicación lo convierte en un actor clave en la región y un punto de interés para las potencias mundiales. Este país posee abundantes recursos naturales, incluyendo petróleo y gas natural. Su riqueza en recursos energéticos le otorga un gran poder económico y lo hace relevante en el mercado energético mundial. Además, este país es una república islámica organizada como un régimen teocrático en la actualidad.
Irán se ha vuelto el centro de la atención internacional reciente, debido al conflicto del sábado 13 de este mes contra Israel, donde más de 100 aviones no tripulados fueron lanzados desde Irán hacia Israel según el portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel. La “Promesa Honesta” de parte de la Guardia Revolucionaria de Irán, es el nombre que se le dio a esta operación, para contraatacar un ataque israelí a una embajada iraní en Siria el 1 de abril de este año, entre los fallecidos se encontraba Mohammad Rez Zahedi, jefe de las guardias de élite iraníes, los Quds. El atacar a una embajada es considerado un ataque al país que representa y puede tener graves consecuencias, como crisis diplomáticas, sanciones e incluso guerras.
Antes de este suceso, las relaciones entre Irán e Israel se caracterizan por una profunda hostilidad política y una confrontación ideológica arraigada en diferencias religiosas y geopolíticas. Desde la Revolución Islámica de 1979, Irán ha negado el derecho a la existencia de Israel y ha respaldado a grupos militantes que operan en su contra, como Hezbollah y Hamas. Israel, por su parte, considera al programa nuclear iraní como una amenaza existencial y ha expresado su firme oposición a que Irán obtenga armas nucleares. Este enfrentamiento ha llevado a incidentes de violencia indirecta y tensiones regionales, con Israel adoptando una postura defensiva y considerando acciones preventivas para contrarrestar la influencia de Irán en la región.
Israel, por su parte, tiene una importancia geopolítica significativa debido a su ubicación estratégica en el Medio Oriente, actuando como un punto de encuentro entre Asia, África y Europa, además de contar con una fuerte presencia militar y tecnológica en una región caracterizada por conflictos y tensiones. Además, su alianza con potencias occidentales, especialmente Estados Unidos, le otorga un papel clave en la política regional e internacional.
Irán, por otro lado, tiene una importancia geopolítica bastante delicada. Su demografía, su liderazgo regional, sus relaciones con Rusia y sus reservas de recursos estratégicos significan mucho para la llamada “Gobernanza Global”. Pero un factor también muy sensible de la política iraní es el Estrecho de Ormuz, donde se conecta el Golfo Pérsico y el Océano Índico, y por este estrecho pasa el 20% del petróleo del mundo. El petróleo que se produce en países como Arabia Saudita, Irak, Emiratos Árabes Unidos y otros, además del 26% del gas licuado del mundo, pasa por ese estrecho, la mayor parte oriundo de Qatar.
La comunidad internacional, incluyendo potencias regionales y actores globales, debe desempeñar un papel activo en la promoción del diálogo y la cooperación entre Irán e Israel, así como en la búsqueda de soluciones pacíficas a los conflictos en la región. Dada la gravedad de la situación y el potencial de escalada hacia un conflicto mayor, es imperativo que la comunidad internacional intervenga de manera decisiva para evitar una mayor desestabilización en el Medio Oriente.