El precio del sueño americano: la historia de los sobrevivientes del naufragio en Guayacanes
Las personas que iban en la embarcación que zozobró en la playa El Pescador, en Guayacanes, provincia San Pedro de Macorís, perseguían un sueño común: ayudar a sus familiares y superar los problemas económicos que enfrentan en República Dominicana.
La mayoría de ellos son de la provincia de Azua y del municipio de Baní, en Peravia; otros provienen de Sabana de la Mar y de La Vega.
Jordany Arias, de 31 años, narró cómo vio su vida “pendiendo de un hilo” al punto de casi darse por vencido ante la cantidad de agua que tragó. Expresó que un primo que lo acompañaba fue quien le dio ánimos para seguir luchando por su vida.
El joven intentó salvar a Martha Elianny Batista, la menor de 11 años que trágicamente perdió la vida en este siniestro, sin embargo, le fue imposible sostenerla porque en el mar cada quien tenía que buscar la manera de salvarse.
Aunque se reunían en grupos, expresó que muchos, debido a la desesperación, hundían a otros.
“Ahí uno lo que está es luchando para salvarse, pero ¿cómo, si ahí solamente hay agua? Yo lo que pensaba era en Dios; yo sabía que no me iba a ahogar“, expresó al indicar que Dios tiene un propósito con él su vida.
Arias comentó que llevaba tiempo organizando este viaje con la intención de darle una mejor vida a su familia. Tiene un bebé de dos meses y otros dos niños de 10 y 11 años, respectivamente.
Al igual que Arias, Rafael Onally Matos, tenía el sueño de darle una mejor vida a su familia. Quería construirle una casa a su madre y su abuela.
El joven de 20 años expresó que jamás volvería a intentar irse por esa vía y que no desaprovechará esta oportunidad que le dio la vida.
Agregó que, cuando estaban en medio del mar, el combustible y el agua salada quemaban su cuerpo, lo que les causaba desesperación y les llevaba a pedir que los devolvieran a tierra.
Sin embargo, muchos prefirieron seguir su destino y llegar, como habían planeado, hasta Puerto Rico.
Víctor Mercedes, de 45 años, expresó que también buscaba escapar de todos los problemas económicos que enfrenta. Indicó que en el país se le han cerrado muchas puertas en el ámbito laboral, por lo que pretendía buscar una mejor oportunidad en el extranjero.
Los náufragos consultados aseguraron que desconocen la cantidad exacta de dinero que debían pagar por este viaje, ya que el pago debía realizarse al llegar a su destino final.
Viajes no paran en el sur
Estos viajes son frecuentes en la zona sur del país, según contaron los sobrevivientes. Aunque no quisieron ofrecer muchos detalles sobre el tema, manifestaron que cada cierto tiempo se organizan travesías como la de este sábado hasta 70 personas en una sola embarcación.
Estado de salud
En horas de la tarde de este sábado, las personas estaban recibiendo atención médica en el hospital Antonio Musa de San Pedro de Macorís.
De acuerdo con la doctora Guerrero, del área de Emergencia, para ese momento había nueve personas ingresadas en el centro, quienes se encontraban estables, aunque algunas presentan quemaduras de segundo grado.
Serán dadas de alta en las próximas horas para luego rendir cuentas a la Armada de la República por su viaje ilegal.