Estilista dominicana asesinada por esposo no lo denunció porque no quería volver a verlo preso
NUEVA YORK._ La estilista dominicana Carmen Iris Rodríguez Santiago, asesinada el miércoles de la semana pasada en el salón spa donde ella trabajaba en Queens, nunca denunció a su esposo William Rivas, quien la mató a puñaladas dentro del negocio, porque no quería volver a verlo preso, relató su madre, Carmen Rodríguez, mientras velaba los restos de su hija ayer lunes en la funeraria Ortiz en El Bronx.
Los restos de Iris, serán sepultados hoy martes en el cementerio de la ciudad de Linden en Nueva Jersey, después de una masiva manifestación de duelo de familiares, vecinos, amigos y compañeras de trabajo del salón “Tu S´tilo”, donde ella laboraba, cuando fue asesinada por Rivas.
“Estoy muy triste con esto, triste y muy apenada, como madre tengo el corazón destrozado”, dijo la señora Rodríguez, quien vino junto a otros parientes desde el distrito La Milagrosa en Moca (norte central de la República Dominicana), inmediatamente después del crimen.
Las dos hermanas de Iris, también estaban en la funeraria, junto a los dos hijos de la pareja, cuya relación llevaba 20 años.
“La primera vez que sucedió, le dije: mi hija vete pa otro sitio, vete de ahí, haz algo, pero ella decía que no llamaba a la policía porque no quería que él cayere preso otra vez”, añadió la madre.
“La justicia de Dios es divina, el Señor es que sabe y que ponga paz”, agregó la mamá de la muerta.
Iris, había emigrado a Estados Unidos hacía cinco años y según familiares vino detrás de su esposo.
“Ese hombre acabó con las vidas nuestras”, dijo Ana Camacho, una de las hermanas de Iris. “Ella era la alegría de nosotros”.
Su otra hermana, María Infante, dijo que ellas soñaban con venir a este país (Estados Unidos), al que debieron haber venido.
“Se le dijo que se fuera para otro lado, que pensara en sus hijos, pero ella decía que ya él salió y quería luchar por sus hijos junto a él”, narró la tía de Iris, Ana Rodríguez, en referencia a los 5 años que estuvo Rivas preso en Pensilvania por un ataque de violencia doméstica en al que también apuñaló a otra mujer, dejándola grave.
Rivas, entró furioso al salón, cuchillo en mano y sin mediar palabras, le fue encima a Iris, acuchillándola múltiples veces en el torso.
José Jaquez, hermano del matador, dijo que toda la familia de Rivas, está comprometida a ayudar a los hijos de la pareja, porque los niños no tienen nada que ver con lo que pasó, y también para evitar que el trauma de la tragedia los marque para siempre.
“Les vamos a dar el apoyo necesario, porque ellos son nuestra familia y ellos no tienen culpa”, añadió Jaquez.
Víctor Rodríguez, cuñado de la víctima, dijo que la familia está tan triste que nadie ha podido a volver a comer.
Explicó que Iris y sus hermanas eran inseparables y lo hacían todo juntas.