Aumenta el temor de una guerra civil por crisis post-electoral en EE. UU.
Nueva York: No es un alarmismo. Hace varias semanas, escribí un artículo en el periódico El Faro Latino titulado “Esteban Cabrera advierte sobre crisis post-electoral en EE.UU.” En él mencioné: “Creo que ni la campaña de Kamala Harris ni la de Donald Trump reconocerán su derrota el 5 de noviembre. Esto dará lugar a múltiples acciones legales e impugnaciones generalizadas que podrían alargar el proceso de validación de los resultados, aumentando la tensión y desencadenando movilizaciones masivas de las bases de ambos partidos”.
Una reciente encuesta de YouGov, publicada por The New York Times a menos de dos semanas de las elecciones, establece que un cuarto de los estadounidenses teme una guerra civil tras las elecciones del 5 de noviembre de 2024.
El doce por ciento de los encuestados afirmó conocer a alguien que podría tomar las armas si pensara que Donald Trump fue engañado y no obtuvo la victoria. El cinco por ciento dijo que conocía a alguien que podría hacer lo mismo si pensara que Kamala Harris fue engañada.
El debate sobre el potencial de conflicto, causado por el estado profundamente polarizado de la política estadounidense, se ha intensificado tras el comportamiento de los partidarios de Trump el 6 de enero de 2021, cuando cientos de personas irrumpieron en el Capitolio para interrumpir la ratificación formal de la victoria electoral de Joe Biden.
Compromiso ético entre los candidatos y sus partidos
Tanto el Partido Demócrata como el Republicano y sus candidatos tienen la obligación de devolver solemnidad a los procesos electorales, realizando un compromiso ético para que el perdedor reconozca la victoria del ganador la misma noche del 5 de noviembre de 2024. Esto alejaría el fantasma de una revuelta social que podría terminar en un baño de sangre.
Es fundamental que haya un consenso entre los candidatos presidenciales para reconocer los resultados de las elecciones. Esto no solo ayuda a mantener la estabilidad política, sino que también refuerza la confianza pública en el proceso democrático. La comunicación abierta y el compromiso con la transparencia son claves para evitar tensiones que puedan derivar en una crisis electoral.
