Abinader no debe promulgar ley que cambia el nombre de la Circulación Juan Bosch a Peña Gómez

Nueva York: Los legisladores del oficialista Partido Revolucionario Moderno (PRM) en la República Dominicana han utilizado su abrumadora mayoría en el Congreso Nacional para llevar a cabo un absurdo cambio en el nombre de la avenida Circunvalación Profesor Juan Bosch, sustituyéndolo por el nombre del Dr. José Francisco Peña Gómez, motivados por politiquería barata.

Con esta decisión, los legisladores del PRM no solo han demostrado su desconocimiento absoluto sobre la razón por la cual se asigna el nombre de un héroe nacional o histórico a una calle o monumento, sino que ese desconocimiento no debe ser secundado por el presidente dominicano, Luis Abinader, promulgando este adefesio que oculta la asignación oficial del nombre verdadero de dicha avenida.

Senador de la provincia Hato Mayor, Cristóbal Venerado Antonio Castillo Liriano por el Partido Revolucionario Moderno (PRM)

El autor del adefesio aprobado en dos sesiones consecutivas es el senador de la provincia Hato Mayor, Cristóbal Venerado Antonio Castillo Liriano, quien, junto a sus colegas del PRM, no tuvo la habilidad de aclarar que esa avenida se llama Profesor Juan Bosch, y solo mencionan en el proyecto de ley Circunvalación de Santo Domingo, lo que constituye un engaño en el que no debe caer el presidente Abinader promulgándolo.

Lo afirmado se corrobora en el contrato del “Fideicomiso RD Vial”, creado el 18 de octubre de 2013, el cual tiene a su cargo el funcionamiento adecuado de esa avenida, donde se establece oficialmente como Circunvalación Juan Bosch en sus tres tramos.

Sin restarle méritos al extinto líder del otrora PRD, Dr. José Francisco Peña Gómez, en quien se inspiraron los fundadores del PRM, es justo reconocer que el Profesor Juan Bosch fue un expresidente de la República Dominicana, fundador del mismo PRD que heredó Peña Gómez, y del PLD.

No es correcto que, por politiquería o intereses partidistas, se cambie el nombre de una calle que honra a un héroe nacional o histórico por el de un político del partido de turno, especialmente si ese cambio responde a fines politiqueros más que a un reconocimiento legítimo de la figura propuesta.

Los nombres de las calles y monumentos públicos suelen tener un valor simbólico importante, ya que son una forma de rendir homenaje a las personas que han tenido un impacto significativo en la historia, la cultura o la identidad de una sociedad, criterios que nadie se atreve a escatimar al referirse al Profesor Juan Bosch.

Cuando se realiza un cambio de nombre por razones políticas, puede verse como un intento de borrar o reinterpretar la historia en beneficio de un grupo o ideología específica, lo cual puede generar divisiones o malentendidos en la población. Lo ideal es que estas decisiones sean producto de un debate público y consensuado, y no de una maniobra partidista del PRM, que podría provocar una situación similar a la del Aeropuerto Internacional Las Américas, que, estando el PRD en el poder, también cambió su nombre a Aeropuerto Internacional José Francisco Peña Gómez. Esta acción fue rechazada por la misma sociedad, que continuó llamándolo Aeropuerto Internacional Las Américas, de todos modos.