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Acuerdo entre Israel y Hamás deja mal a Trump y ridiculiza a Biden

El ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, ha declarado que este acuerdo sacrifica muchos logros obtenidos durante la guerra, en la que héroes israelíes dieron sus vidas. Otros funcionarios importantes, aliados del primer ministro Benjamín Netanyahu, han advertido que podrían presentar su renuncia si no se aclara que la guerra continuará después del alto el fuego,
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Nueva York: El acuerdo de facto alcanzado entre Israel y el grupo terrorista Hamás llega tras meses de negociaciones mediadas por Catar, Egipto y Estados Unidos. Este acuerdo prevé que Hamás entregue a rehenes israelíes a cambio de terroristas palestinos, sin especificar cuántos de estos están vivos. De hecho, los primeros 30 incluyen cadáveres de víctimas asesinadas en cautiverio o cuerpos recuperados tras los ataques del 7 de octubre.

Estados Unidos trazó las líneas generales de este acuerdo agridulce para Israel. Representantes israelíes y de Hamás habían estado negociando durante meses los detalles con los países mediadores. Un borrador filtrado por funcionarios cataríes y declaraciones de Joe Biden revelan que el acuerdo consta de tres fases, que se espera conduzcan a un alto el fuego permanente y a un “plan de reconstrucción de Gaza”.

Primera fase

El acuerdo está dividido en tres fases e incluye una tregua de alto el fuego de seis semanas. Durante la primera fase, Hamás liberará a 33 de los rehenes que secuestró en el ataque del 7 de octubre. Por cada rehén liberado, Israel pondrá en libertad a decenas de terroristas palestinos, permitirá la entrada de más ayuda y combustible a Gaza, y se retirará de las carreteras principales para facilitar el retorno de los desplazados a sus hogares. Durante esta fase, Israel mantendrá algunas tropas en el corredor de Filadelfia, a lo largo de la frontera sur de Gaza con Egipto.

Aunque el alto el fuego comenzará el 19 de enero, ya están entrando cientos de camiones con ayuda a la Franja de Gaza. El acuerdo establece que, por cada cadáver o rehén israelí liberado, los terroristas recibirán 30 convictos confesos de las cárceles israelíes, incluidos aquellos responsables de asesinatos atroces contra ciudadanos de Israel.

La segunda fase
A partir del día 16 de la tregua, se negociará «un final permanente de la guerra», explicó el presidente Joe Biden. En esta fase, se espera que Hamás libere a todos los rehenes vivos restantes y devuelva los cadáveres de los rehenes muertos. A cambio, Israel liberará a más terroristas palestinos, incluidos aquellos que cumplen largas condenas por atentados mortales.

Biden y Trump ya se han pronunciado, atribuyéndose por separado el mérito de lo que han llamado “un éxito”. Sin embargo, el acuerdo de facto sigue siendo precario, con detalles aún en discusión y puntos de fricción que podrían impedir su consolidación.

El gabinete de seguridad y el gobierno de Israel, hasta un día después del anuncio, no han emitido comentarios, lo que sugiere que no hay euforia en la nación judía. Esto se percibe como una imposición agridulce desde Estados Unidos, cuyos créditos políticos disputan Kamala Harris, Joe Biden y Donald Trump, politizando el sufrimiento de los rehenes, sus familias y el pueblo israelí.

Tercera Fase
La tercera fase aborda la reconstrucción de Gaza. Grandes áreas del territorio han quedado reducidas a escombros, por lo que esta etapa podría durar varios años.

Israel busca mantener el control de la seguridad en Gaza y rechaza que el territorio sea gobernado tanto por Hamás como por la Autoridad Palestina.

Fricciones internas en el gobierno de Israel

El ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, ha declarado que este acuerdo sacrifica muchos logros obtenidos durante la guerra, en la que héroes israelíes dieron sus vidas. Otros funcionarios importantes, aliados del primer ministro Benjamín Netanyahu, han advertido que podrían presentar su renuncia si no se aclara que la guerra continuará después del alto el fuego, el regreso de todos los rehenes y una condición para volver a la guerra con fuerza total hasta alcanzar una victoria completa.

Esto significa que la permanencia de Netanyahu en el poder dependerá de garantizar la liberación de todos los rehenes de los túneles de Hamás en Gaza. De lo contrario, se verá obligado a intensificar los ataques, ya que, de no hacerlo, podría perder el control de su gobierno.

El anuncio de este acuerdo parece más bien el cierre de un gran fracaso diplomático del gobierno de Joe Biden y Kamala Harris, mientras que Donald Trump ha intentado atribuirse un protagonismo exagerado. El acuerdo, en su forma actual, beneficia muy poco a Israel y pone en evidencia un liderazgo bipartidista estadounidense que utiliza el dolor de una nación amenazada como moneda política.

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