Incendio en el principal hospital de Haití a manos de bandas armadas
En una escalofriante demostración de la creciente inseguridad en Puerto Príncipe, las bandas armadas que integran la coalición Vivre Ensemble han incendiado el Hospital de la Universidad Estatal de Haití (HUEH), el principal centro de salud pública del país. Este ataque da una nueva muestra de la violencia desatada por estas organizaciones criminales.
El HUEH fue establecido con el propósito de atender a las poblaciones más vulnerables de Haití, brindando atención médica indispensable para quienes más lo necesitan. Sin embargo, la reciente ola de violencia ha sacudido este emblemático hospital, dejando a la comunidad en un estado de pánico y desesperación. Las imágenes que circulan en redes sociales muestran grandes llamas consumiendo varias partes del edificio, lo que ha generado una profunda preocupación entre la población y los trabajadores de la salud.
Este no es el primer incidente violento asociado al HUEH, ya que el 24 de diciembre pasado, un ataque armado dentro de sus instalaciones resultó en la muerte de dos periodistas y dejó a otros siete heridos. Estos ataques no son un hecho aislado; en 2024, se registraron al menos 5,626 muertes en Haití atribuibles a las acciones de bandas criminales, subrayando la necesidad urgente de intervención y protección de la población civil.
Ante esta crisis de seguridad, el Gobierno de Haití ha comenzado a anunciar medidas destinadas a combatir la violencia y restaurar el orden. Sin embargo, muchos ciudadanos se muestran escépticos sobre la efectividad de estas decisiones, dado el historial de inacción frente a la creciente criminalidad.
Este nuevo ataque al HUEH resalta la profunda crisis humanitaria y de seguridad en Haití, donde el acceso a servicios básicos, como la atención médica, se ve cada vez más comprometido por la violencia de las bandas armadas. La comunidad internacional también observa con preocupación esta situación, que pone en riesgo no solo la vida de los ciudadanos, sino también el futuro del sistema de salud en el país.
Mientras las llamas devastan el hospital, las esperanzas de una recuperación y de una vida digna se ven amenazadas, exigendo una respuesta inmediata y robusta tanto de las autoridades locales como de la comunidad internacional.
