Dominicano que asesinó desamparados y mexicano en Barrio Chino golpeaba a la madre y abuelo
NUEVA YORK._ La madre del dominicano Randy Rodríguez Santos, quien admitió
haber asesinado a tres desamparados y el trabajador mexicano Abelardo Nazario
Vásquez Villegas, quien no era indigente, Fiordaliza Rodríguez, relató que sacó a su
hijo de la casa porque la golpeaba a ella y al abuelo, con los que convivía en un
apartamento en El Bronx.
La hija del mexicano, Guadalupe Vásquez Cruz, está pidiendo la pena de muerte para
Rodríguez, mientras docenas de activistas han estado realizando vigilias en la calzada
donde el dominicano, usó una pesada barra de metal para machar los cráneos de las
víctimas fatales, dejando a otro grave, el sábado pasado a las 1:49 de la madrugada.
Una información reciente, divulgada ayer en medios anglófonos, da cuenta de que
Rodríguez, les advirtió a las víctimas, que los iba a matar.
“Ustedes, van a morir ahora”, les dijo, según publicó el tabloide NY Post, basado en
una fuente de la investigación.
La angustiada madre que ha estado apareciendo con frecuencia en los medios, dice que
el hijo mantenía una conducta de recurrente violencia, y amenazas a otros familiares,
por lo que decidió expulsarlo del apartamento.
Añadió que ella siempre estaba muy preocupada por la situación, especialmente por el
vicio cotidiano de las drogas de Randy.
“Además de golpearnos, mi hijo nos robaba a la familia para comprar sus drogas”,
explicó la señora Rodríguez.
El sábado por el día, cuando fue informada de que su hijo fue el asesino múltiple en el
Barrio Chino, ella se rompió y sigue llorando.
Dijo que nunca creyó que su hijo, a pesar de sus innumerables problemas, pudiera
quitarle la vida a alguien.
“Nunca pensé que mataría a alguien, sin embargo, le tenía miedo porque me golpeaba.
Fue entonces cuando le dije que saliera de mi casa", narró la madre.
Santos comenzó a usar drogas cuando llegó a Nueva York desde la República
Dominicana hace cuatro años, dijeron otros familiares.
En poco tiempo, se volvió violento, rompiéndole la nariz a su abuelo en un incidente
en 2016, y el lunes de la semana pasada, seis días antes de los crímenes, se metió en la
casa de la familia para robar un reloj, un celular y tres cargadores.
Su madre echó a Randy de la casa hace más de tres años, pero él seguía siendo una
presencia amenazante entrando y saliendo en sus vidas.
"Cuando le dije que se fuera, regresó y me amenazó", contó. "Dijo que cuando yo
regresara a Santo Domingo, buscaría sicarios para que me cortaran la cara".
El hermano menor del sospechoso, Anthony, de 16 años, dijo que ellos hablaban cuando
se cruzaran en las calles del vecindario.
Anthony dijo que Randy estaba esperando en los escalones de la casa de la familia el
viernes por la noche cuando regresó alrededor de las 8:00.
"Le pregunté por qué estaba aquí y le dije que él sabía que mamá no lo quería cerca de
la casa", relató Anthony.
El hermano dijo que Randy le pidió que le buscara un jaquet porque tenía frío, y se lo
entregó.
Seis horas después, la policía de Nueva York capturó a Randy después de los asesinatos
en el Barrio Chino.