Cónsul Vásquez Martínez encabeza homenaje en Nueva York a Fello Suberví y Vicente Sánchez Baret

"La memoria de ambos dirigentes forma parte esencial de la tradición democrática dominicana y que su ejemplo continúa guiando a quienes trabajan por una nación más justa y solidaria. Afirmó que servir al país no significa ocupar cargos, sino ejercerlos con dignidad, responsabilidad y vocación de futuro".
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Nueva York.- En un ambiente de profunda solemnidad y unidad comunitaria, el cónsul dominicano en Nueva York, Jesús Vásquez Martínez, encabezó una misa en memoria de dos figuras emblemáticas de la vida pública dominicana. Rafael Antonio Fello Suberví Bonilla y Vicente Sánchez Baret, quienes fueron recordados por su vocación de servicio, su liderazgo ético y el legado institucional que dejaron al país.

Durante el acto, al que asistieron autoridades consulares, líderes comunitarios, familiares y representantes de la diáspora, Vásquez Martínez resaltó que ambos dirigentes se convirtieron en referentes de entrega y defensa de los valores democráticos de la República Dominicana.

El cónsul recordó que Fello Suberví marcó la política nacional con una trayectoria íntegra. Señaló su papel como dos veces Ministro de Turismo, donde impulsó transformaciones relevantes para el desarrollo del sector, así como sus dos períodos como alcalde de Santo Domingo, en los que dejó obras que modernizaron la ciudad.

Suberví fue además dirigente histórico del PRD, precandidato presidencial en 1999 y candidato vicepresidencial en el 2004. Su vida profesional como abogado y autor también aportó ideas que fortalecieron la visión moderna del turismo dominicano.

Vásquez Martínez rememoró con especial gratitud la ocasión en que Suberví le acompañó en el cierre de su campaña senatorial en 1998, gesto que calificó como un ejemplo de cercanía y respaldo desinteresado.

Al referirse a Vicente Sánchez Baret, el cónsul destacó su trayectoria marcada por integridad, firmeza y compromiso social.

Nacido en Cotuí en 1936, inició su carrera como servidor público en funciones judiciales y municipales, y fue combatiente de la Revolución Constitucionalista de 1965 bajo el liderazgo del coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó. En el PRD ocupó posiciones de alto nivel y se convirtió en una figura clave del liderazgo político dominicano. Fue senador, director de Aduanas, secretario de Deportes y secretario de Interior y Policía, recibiendo reconocimientos como el Botón Olímpico de Oro del Comité Olímpico Internacional.

Vásquez Martínez recordó también los momentos de profunda injusticia que enfrentó Sánchez Baret tras el hecho conocido como El Granadazo de 1982. Explicó que nuevas revelaciones históricas, documentadas en la obra de Luis Acosta Moreta, confirman su inocencia y restituyen su honor luego de décadas de señalamientos infundados. Relató además anécdotas que revelan su carácter conciliador, como su mediación en procesos internos del PRD y su fortaleza ante protestas políticas en 1997.

El cónsul subrayó que la memoria de ambos dirigentes forma parte esencial de la tradición democrática dominicana y que su ejemplo continúa guiando a quienes trabajan por una nación más justa y solidaria. Afirmó que servir al país no significa ocupar cargos, sino ejercerlos con dignidad, responsabilidad y vocación de futuro.

La ceremonia concluyó con una petición de oración por la salud del dirigente Ramón Alburquerque y con un agradecimiento a quienes se unieron al homenaje. Para la comunidad dominicana en Nueva York, el acto representó un momento de reflexión colectiva y reafirmación del legado de dos hombres que dedicaron su vida a la República Dominicana.

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