Vendieron las cárceles en Estados Unidos y los hispanos están siendo perseguidos
Esteban Cabrera
Philadelphia, PA:Aunque este titular no se ve en las cadenas de noticias falsas de este país, desde 1980, una gran cantidad de estados empezaron a vender sus cárceles a corporaciones privadas. Las principales corporaciones que adquirieron mayor número de cárceles, son Corporación Correccional de América (CCA) y Wackenhut. Estas dos controlan aproximadamente el 75% del “Sistema de Privatización de Prisiones”. Los estados se basan en la sexta enmiendapara ejecutar este negocio.
Después de la aparición del “Sistema de Privatización de Prisiones”, la población carcelaria en Estados Unidos se multiplicó por 700. Ese crecimiento fue estimulado considerablemente durante el gobierno del demócrata Barack Hussein Obama, que criminalizó los delitos migratorios, dejando una enorme reserva de latinos en prisión.
En algunas ciudades “hay más negros en las cárceles que en las universidades” y los latinos son el segmento carcelario de mayor crecimiento. Así que, Vendieron las cárceles en Estados Unidos y los hispanos están siendo perseguidos
Las corporaciones procuraron introducir cambios en las leyes que regulan la libertad condicional o “parole”, que obligan a los ciudadanos que salen bajo pena cumplida o libertad vigilada, que va en muchos casos de 5 a 30 años, período mediante el cual, si la persona comete cualquier delito, aunque no sea violento, se le suprime su libertad y lo regresan a prisión a pena cumplida, que en muchos casos es de por vida. Las estadísticas oficiales indican que casi la totalidad de los convictos que salen del sistema, regresan a prisión y eso se le a tribuya a la voracidad del sistema de prisiones privadas, que han convertido a los Estados Unidos un inframundo o cementerio de seres vivos.
El negocio es uno de los que mejor cotiza en la bolsa de valores de Wall Street. Funciona de forma sencilla: Las corporaciones hacen ofertas atractivas a los estados para recibir los confinados de las cárceles estatales. Para los gobernadores, las ofertas son muy buenas, porque en vez de tener los elevados gastos por cada preso, pagan mucho menos a esas empresas, que además, se encargan de construir modernas cárceles, pagan la seguridad y todo el personal correccional.
Una vez “comprados los prisioneros”, estas corporaciones contrataron las oficinas más agresivas de cabilderos que pusieron en sus bolsillos una enorme reserva de legisladores para que escribieran propuestas legislativas nocivas, que dieron origen a leyes tan repugnantes, como la ley de “Tres Estrikes”, que consiste en aplicar condenas más largas, incluso a los acusados de delitos no violentos, consiguiendo sentencias de 30 años o de por vida, por haber cometido 3 felonías, tan simples, como ser apresado con un gramo de mariguana por tres ocasiones.
Cuando las corporaciones compran los prisioneros, también adquieren sus derechos, razón por la que han construido talleres de hambre dentro de las prisiones privadas, convirtiendo a los prisioneros en obreros sin prestaciones ni derechos laborales cuya paga oscilan entre o.25 centavos de dólares a $1.25 la hora. No hay nada más parecido a un esquema legal para restablecer la esclavitud.
Mientras el ex presidente Bill Clinton, quien tuvo la osadía de oponerse a que EE.UU importara y comercializara productos elaborados por prisioneros en otros países, internamente fomentó, permitió y estimuló que el (IPF) comercializara la exportación de los productos elaborados por los prisioneros americanos y que se vendan en el país.
Parte de las corporaciones que compran productos elaborados en los talleres de las prisiones privadas son: IBM, Boeing, Motorola, Microsoft, AT&T Wireless, Texas Instruments, Dell, Compaq, Honeywell, Hewlett-Packard, Nortel, Lucent Technologies, 3Com, Intel, Northern Telecom, TWA, Nordstrom, Revlon Macy’s, Pierre Cardin, Target Stores y hasta las sensuales piezas de Victoria’s Secret.