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Hogar de ancianos en el Alto Manhattan escondía docenas de muertos como si se tratara de un tráfico ilegal

La oficina de la Fiscal General del Estado, Letitia James anunció el sábado que comenzará una profunda investigación para esclarecer todo lo ocurrido en La Isabella
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NUEVA YORK._ Los responsables del centro Geriátrico “La Isabella Nursing Home” ubicado en los edificios 515 y  525 de la avenida Audubon, entre calles 191 y 193 en el Alto Manhattan, estaba escondiendo docenas de envejecientes muertos que murieron allí durante el pico de la pandemia COVID-19 y en días posteriores, como si se tratara de un tráfico ilegal y fueron tratados como bolsas de basura.

La directora del centro,  que pertenece a la red del Instituto MJHS para la Innovación en Cuidados Paliativos, dijo en conferencia de prensa que solo habían fallecido 38 internos, pero los muertos se apilaban en morgues móviles situadas en el patio trasero, cuya verja metálica con amplias brechas y pintada de negro, fue cubierta con telones del mismo color, para que los transeúntes que caminan por la avenida Ámsterdam y los visitantes al parque High Bridge, paralelo al centro en al lado de atrás, no vieran el macabro espectáculo.

Un recorrido hecho el sábado en la tarde por este reportero, encontró entre 8 a 10 otras morgues móviles estacionadas también en la referida avenida, que copan espacio casi hasta la parte trasera de la escuela secundaria George Washington, contigua por la avenida Audubon con La Isabella.

Una de las muertes más recientes en ese centro, la semana pasada fue del patriarca dominicano Don Rolando Acosta, padre del juez presidente de la Corte de Apelaciones Estatal, Rolando T. Acosta y su hija, la reconocida activista Laura Acosta.

Parte de los ingresados en el centro, enviaron algunas imágenes que hicieron familiares desde las ventanas de sus reclusorios, mostrando la cubierta, las morgues móviles y los muertos apilados en el patio del centro.

El tétrico mensaje “I Need Help” (Necesito Ayuda”, estaba escrito en una hoja de papel de cuaderno y colocado en una de las ventanas de una de los pisos.

El centro, fundado en 1875 por Anna y Oswald Ottendorfer en honor a su hija Anna, Isabella Uhl, quien murió a los 27 años y dada la escasez de centros para atender principalmente mujeres, es el más grande hogar de ancianos en los cinco condados de la ciudad.

No es la primera vez que la institución es denunciada por negligencia y por años, vienen acumulando un patrón de abusos y descuidos, incluyendo en 2016 cuando el estado le cerró un centro de cuidado infantil diurno (Day Care), por las denuncias de los padres de los infantes.

Desde entonces, La Isabella ha estado  en el ojo crítico de la comunidad y especialistas de salud quienes se mantienen cuestionando el pobre manejo de su personal a los pacientes.

Las denuncias de negligencia son frecuentes y en casos no relacionados con pandemias, muchos otros ancianos han muerto por la misma causa.

Según las empresas de morgues móviles de las que están en la parte trasera de La Isabella, sus refrigeradores tienen capacidad para conservar hasta mil cadáveres durante un año.

Se desconoce hasta ahora qué hizo el centro con los cuerpos de los difuntos.

La oficina de la Fiscal General del Estado, Letitia James anunció el sábado que comenzará una profunda investigación para esclarecer todo lo ocurrido en La Isabella.

Situaciones similares se han dado en otros hogares de ancianos en Brooklyn, Queens, El Bronx y Nueva York, donde también varios cientos de cadáveres eran apilados tanto dentro de las habitaciones como en las morgues móviles.

El congresista  Adriano Espaillat y otros líderes y oficiales electos dominicanos están pidiendo que todas las instancias estatales y municipales que tienen que ver con contratos de hogares de ancianos, se sumen a las investigaciones.

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