George Floyd era un cliente fijo en la tienda que llamó al 911 para reportar el billete de $20 falso
El mercado de la esquina de Minneapolis, donde un empleado de la tienda llamó a la policía para denunciar a George Floyd por un supuesto billete falso de $ 20 antes de su arresto fatal, ya no llamará a la policía cuando sospeche que hay dinero falsificado, a menos que la situación se vuelva violenta, dijo Mahmoud Abumayyaleh, dueño de Cup Foods.
También dijo que el empleado que trabajaba el 25 de mayo era inexperto y llamó a la policía por Floyd después de que una máquina de conteo de dinero señalara que la factura que usaba para comprar un paquete de cigarrillos era potencialmente falsa.
Pero Abumayyaleh dijo a Inside Edition que «la mayoría de las veces, cuando las personas presentan una factura falsificada, ni siquiera saben que es falsa».
Bajo aresto la patrulla completa que intervino en contra de George Floyd
El propietario también quiere que el mundo sepa que está desconsolado porque lo que sucedió en su tienda llevó al arresto fatal de Floyd, en el que Derek Chauvin, uno de los cuatro oficiales que respondieron a la llamada, se arrodilló sobre su cuello durante casi nueve minutos mientras Floyd gritaba. «No puedo respirar».
Floyd era un habitual en la tienda y a menudo entraba para pagar su factura telefónica, dijo Abumayyaleh. «Si estuviera allí no creo que las autoridades hubieran sido llamadas y hubiéramos vigilado nuestros propios asuntos», dijo Abumayyaleh.
«Todos los que conocían a George lo conocían como muy amable, muy amable, cariñoso y jovial», dijo el portavoz de Cup Foods, Jamar Nelson, a Inside Edition.
Inside Edition recibió un recorrido por la tienda, incluido el camino que Floyd habría tomado al comprar los cigarrillos y salir a la calle. Según los expertos, es muy posible que Floyd nunca haya sabido que la factura que entregó era falsa.
Los cargos contra Chauvin se han actualizado a asesinato en segundo grado y homicidio involuntario. Los otros tres oficiales fueron acusados de ayudar e incitar a homicidios en segundo grado y ayudar e instigar a homicidios en segundo grado.
Diez días después de la muerte de Floyd, la tienda permanece cerrada y la nación continúa llorando.
«La gente quiere respuestas, la gente quiere justicia. George Floyd no merecía morir», dijo Abumayyaleh.
