Pidió la jubilación el polémico ex líder del sindicato de detectives NYPD investigado por el FBI
Ed Mullins, el polémico detective que el martes renunció como líder de la Asociación Benevolente de Sargentos (SBA) de la policía de Nueva York horas después de que el FBI allanara su oficina sindical y su hogar, ahora solicitó la jubilación en NYPD.
Mullins solicitó la jubilación después de que ayer le quitaran su arma y credencial NYPD, informó Daily News. La Junta Directiva de SBA le había pedido a Mullins la renuncia el martes, horas después de que se conociera que era objeto de una investigación federal sobre un presunto uso indebido de las finanzas del sindicato, que representa a unos 13,000 sargentos NYPD activos y retirados y controla un fondo de jubilación de $264 millones de dólares. Es el segundo sindicato policial más grande de NYC y el 5to a nivel nacional.
Mullins, de 59 años, presentó su solicitud de jubilación anoche. Su fecha de salida de NYPD está programada para el 5 de noviembre, dijeron fuentes policiales al New York Post.
Se había unido al departamento el 25 de enero de 1982 y asumió el liderazgo sindical en 2002. Ganó $133,000 dólares el año pasado, según muestran los registros. Mullins ha sido un crítico frecuente del alcalde Bill de Blasio y del liderazgo de la policía de Nueva York bajo su gobierno. En cambio, es un partidario de Donald Trump y lo visitó en la Casa Blanca en febrero de 2020.
No se espera que su retiro afecte la investigación federal, pero podría permitirle eludir los cargos departamentales que enfrenta por sus publicaciones ofensivas en las redes sociales.
El congresista Ritchie Torres -a quien siendo concejal Mullins lanzó insultos homofóbicos el año pasado por apoyar el recorte de fondos a NYPD- también se mostró satisfecho con su caída. “Ed Mullins ha pasado su carrera abusando del poder y traficando con odio, y sus fechorías finalmente lo han enviado a la jubilación, que es exactamente donde pertenece”, dijo Torres en un comunicado el martes.
Ese día agentes del FBI allanaron sus oficinas en el Bajo Manhattan y confiscaron computadoras de su casa en Port Washington (Long Island), en medio de acusaciones de robo de fondos sindicales. El FBI confirmó la redada, pero no quiso discutir los detalles de la investigación federal.
“No voy a hacer ninguna declaración”, dijo Mullins ayer en su casa. Los funcionarios del sindicato dijeron a sus miembros que sus “fondos son buenos” y que no le proporcionarían representación legal a Mullins. Vincent Vallelong, quien fungía como vicepresidente de la SBA, asumió el liderazgo.