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El reto de los colegios privados de retener a sus maestros

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Se estima que cada año un 20 % de la matrícula docente del sector privado pasa al público por mejores condiciones

T ras diez años de servir en las aulas de un colegio privado, la maestra Johanny Charle migró a una escuela estatal, motivada por la estabilidad laboral, mejora salarial, oportunidad de ascenso y otros beneficios que ofrece el sistema educativo público dominicano.

Lo propio hizo Claudina Liriano, maestra de Matemáticas; Bienvenido Caro, profesor en Ciencias Sociales, y Eddy Caba, instructor de Inglés. Todos iniciaron en una institución educativa privada y luego se marcharon en busca de un mejor porvenir y buenas condiciones laborales que aseguran no están garantizadas en el sector privado.

Un seductor régimen de incentivos, mejoras salariales que aumentan de acuerdo al tiempo de servicio, especialidades y evaluación por desempeño, además de seguro especializado, una cooperativa, garantía de planes de retiro, oportunidades de optar por cargos administrativos y estabilidad laboral, son algunos de los atractivos que mueven a estos profesores a concursar en la carrera docente para entrar el sistema público.

El problema para los colegios privados es que aparte de perder aceleradamente a su cuerpo docente, esta movilización muchas veces suele coincidir con el año escolar en marcha.

En diciembre del año lectivo 2019-2020, la cantidad de docentes del sector público alcanzó los 97,668, según el Anuario de Estadísticas Educativas del Ministerio de Educación. Hasta el momento es difícil determinar cuántos llegaron de las instituciones privadas, porque no hay un levantamiento.

Competencia agresiva

No obstante, Víctor Villanueva, director ejecutivo de la Asociación de Instituciones Educativas Privadas (Ainep) estima que el número de maestros que año tras año migra del privado al público ronda el 20 % de la matrícula docente de las entidades privadas.

“Esto te lo digo de manera conservadora, puede ser mucho más. De hecho, entre los directores académicos de instituciones educativas privadas el principal problema es ese. Es decir, el principal problema que se maneja desde la dimensión académica de los colegios es la estabilidad del docente”, explica.

Es una rotación bastante alta, dice a elCaribe el ejecutivo de Ainep, tras considerar que el régimen de incentivos del sistema público compite de “manera agresiva” con lo que recibe un docente en el sector privado.

Villanueva aclara que jamás estará en contra de los benéficos otorgados a los maestros por parte de Estado, de hecho su padre fue profesor del sistema público, sin embargo sostiene que la parte pública tiene un régimen de incentivos a sus docentes de carrera que en esta dinámica genera un desbalance, un desnivel, que termina sobre la misma clase social que paga colegio, por la vía del aumento del pago de la matrícula.

“Lo que nos genera esa migración, lo que nos genera es régimen de incentivos desigual entre el público y privado es un problema transversal y medular año tras años”, agrega.

¿Cuánto gana un maestro?

El sueldo de un maestro depende de algunas variables como años en el servicio y estudios acumulados.

Eddy Chávez, director del distrito educativo 15-04, explica que el sueldo base sin los incentivos, de un profesor de una tanda es de RD$23,106 y perciben RD$46,212 los que laboran en dos jornadas.

No obstante, un profesor puede percibir hasta RD$70,000, si se le suman los ingresos por antigüedad en servicio y otras entradas que ofrece el sector a sus docentes de carrera.

La inversión en maestros y su crecimiento exponencial
El documento oficial “Situación del personal docente en el presupuesto 2020” destaca que del 2012 al 2020 la nómina docente se incrementó en un 333.62 %, o sea, unos RD$ 73,596 millones en términos absolutos. Esta pasó de RD$ 22,060 millones en el año 2012 a RD$ 95,656 millones en 2020.

“Esta variación es la mayor registrada en término de reivindicación salarial desde la década del noventa. El gasto total en personal del Minerd, es decir, sueldos docentes y administrativos, contribuciones a la Seguridad Social, creaciones de nuevas plazas docentes, pensiones y jubilaciones y demás, fue en el año 2012 de RD$ 29,230 millones y para el año 2020 de RD$ 126,145 millones”, señala.

Asimismo apunta que “es una realidad que los niveles salariales de los maestros de primaria y secundaria calculados a precios corrientes han aumentado, este incremento es de 9.93 veces el salario del año 1996”.

Precisa que la situación actual del salario docente “El Ministerio de Educación invirtió en el año 2020 aproximadamente 126,145 millones de pesos en remuneraciones y contribuciones al personal (incluye pensiones y jubilaciones). Esto representa una variación de 20.94 % con respecto al año 2019”.

Esto se debe al incremento sostenido de los salarios, la inclusión de nuevo personal, el pago de los incentivos salariales que se derivan de la evaluación del desempeño y la igualación de los sueldos de primaria al nivel de los docentes de secundaria, indica el informe.

Puntualmente, de los recursos que el Ministerio de Educación destinó a gastos en personal en el año 2020, el 83.91 % correspondió a los docentes.

Diferencia de salarios y los colegios “sonantes”

De acuerdo con el director ejecutivo de Ainep, no es abismal la diferencia de salarios entre un maestro de un centro público y el percibido por el profesor de un colegio “debidamente funcional”, con un currículo competitivo y actualizado, que tenga criterio de formación extracurricular permanente con sus docentes y que cuente con licencia de software y base de datos.

Pero esto es un estándar, no es la realidad mayoritaria de los colegios, aclara Villanueva. Afirma que el sistema privado aporta casi el 30 % de la matricula estudiantil. “La diferencia en ese universo de ese 30 % que acoge el sistema privado, es que hay un grueso que es muy deficiente, y el salario del docente de ese grueso no es nada competitivo mucho menos comparable con el público”, sostiene.

“Yo te diría que los mejores colegios pagan mejor que el sector público”. Ahora bien, no son ni el 5 % de la composición de la matrícula de todos los colegios del país” añade.

Sistema público les ofrece “trabajo de por vida”

Para Claudina Liriano, maestra de Matemáticas y Física, en el Liceo Benito Juárez, ubicado en el populoso sector de Cristo Rey, su experiencia en sector privado no fue negativa, ya que según dijo en algunos colegios les permiten a sus docentes estar en las aulas sin ser licenciados, y paralelamente hacer sus estudios universitarios. Pero las razones que la llevaron a salir pudieron más que los motivos que tenía para quedarse.

Al referirse al sistema público, en el que ya tiene cinco años dice: “tenemos beneficios como la cooperativa, pensiones, el pago es mucho mejor, como en el sector privado muchas veces tenemos deficiencias con el pago, porque a veces los padres no están al día con los pagos y los colegios no pueden suplirnos esa necesidad”, expresa.

Agrega “en el sector público, nosotros decidimos qué tiempo trabajar, tenemos un trabajo de por vida, en el privado tú estás ahí pero no sabemos hasta cuándo”.

Mientras Johanny Charle tuvo muchas razones para renunciar al colegio donde laboraba para escalar en la educación pública. Según narró al elCaribe, cuando estaba en su antiguo trabajo, en varias ocasiones asistió a un centro de salud y le sorprendían con la noticia de que su seguro estaba inactivo por falta de pago.
“Nosotros pagamos, luego la institución por falta de pago de los alumnos, se atrasaba en el pago, cuando íbamos a una consulta médica estaba inactivo y uno se sentía devastado, porque no es fácil tener un niño enfermo y acudir al médico y cuando pase el seguro que esté inactivo, lo que ya gracias a Dios no sucede”, cuenta.

Esta fuga de maestros no solo representa un problema económico para el sector privado, también genera inconvenientes en el aula, ya que se ve vulnerada esa confianza que se construye entre profesor-alumno en los primeros meses de clases.

“Nosotros lo único que le hemos pedido al Ministerio de Educación ha sido que los concursos de docentes para aplicar al sistema público por lo menos no lo hagan en período de inicio de los semestre de los colegios”, manifestó el director ejecutivo de Ainep.“Tú tienes que en enero el sistema público está convocando nuevas plazas y ahí entonces aparece que el docente se ve atraído y se va a mitad de año. Entonces el colegio queda sin el docente ordinario de esa asignatura, el alumno queda chocado porque su maestro de confianza no está y a la vez a hay una irrupción del proceso de aprendizaje”, concluye.

Propone trabajar juntos el calendario

Sobre el particular, Darwin Caraballo, director ejecutivo de la Acción Empresarial por la Educación (Educa), concluye en que el hecho de que los docentes puedan participar de concursos en el sistema público, elegir cargos allí, primero puede traer más calidad a la oferta de la educación pública y obviamente traer mejoras competitivas desde el sector privado para retener a sus docentes más talentosos. “Es importante destacar que las autoridades, el Ministerio de Educación, optimice los calendarios, para no generar distorsiones en los cursos a mitad de procesos”, dijo. En ese sentido, propuso trabajar en la comunidad educativa para coordinar los calendarios de modo tal que los procesos de concurso y de aceptación de nuevas vacantes se den en momento oportuno. “Cuando un estudiante inicia un año escolar es muy conveniente que termine con el mismo docente”, destacó.

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