Abinader declaró de emergencia las licitaciones para obras en canal La Vigía
El presidente Luis Abinader declaró de emergencia las compras y contrataciones para la construcción de la obra de toma y la rehabilitación del canal La Vigía, con el que el Gobierno ha desviado el agua del río Dajabón antes de que llegue al canal que construyeron los haitianos.
Mediante el decreto 185-24, el mandatario también dispuso la construcción de la línea de impulsión para realimentar los diques Veterano 0, Veterano 1 y Don Pedro, en la provincia Dajabón.
“Se declaran de emergencia las compras y contrataciones para la construcción de la obra de toma y la rehabilitación del canal La Vigía, así como para la construcción de la línea de impulsión para realimentar los diques Veterano 0, Veterano 1 y Don Pedro”, reza el primer artículo de la orden ejecutiva.
Con estas estructuras se busca incrementar el agua que capta La Vigía y los tres diques en cuestión, todo lo cual llevaría más líquido a los productores agropecuarios.
El Poder Ejecutivo justificó la decisión en la necesidad de garantizar el caudal necesario para la irrigación de los predios agrícolas y la producción ganadera de la zona de Dajabón.
“Se hace necesaria la realización de nuevas obras y la rehabilitación de las existentes, las cuales son imprescindibles para mitigar el inminente riesgo que representa la falta de agua permanente para el desarrollo de la agricultura y la ganadería en esa región”, indica el documento.
La declaratoria de emergencia, que hace más expedito el proceso de compras y contrataciones, se amparó en el artículo 52 del Reglamento de Aplicación de la Ley 340-06.
Establece que se utilizará este procedimiento “para atender y dar respuesta a circunstancias, acontecimientos graves e inminentes de fuerza mayor que son imposibles de evitar y afectan o pudieran afectar a todas las personas, el interés público, vidas o la economía del país”.
El director del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI), Olmedo Caba, también ha prometido instalar tuberías soterradas paralelas al canal La Vigía con bombas eléctricas para extraer el agua del río.
Gracias a La Vigía el Gobierno pudo retener el escaso flujo de agua del río cuando los haitianos abrieron su canal y desviaron todo el caudal, a finales de marzo, privando del líquido a toda el área río abajo.
Las bombas que lo alimentan fueron apagadas recientemente por el INDRHI porque las lluvias provocaron una crecida del afluente.