Acción rápida de Luis Abinader fue clave para reducir impacto de tormenta “Melissa” en RD
Santo Domingo, RD.- La tormenta “Tormenta Melissa”, que se desplazó lentamente sobre el Caribe, representó un riesgo serio para la República Dominicana al combinar lluvias persistentes, suelos ya saturados y crecidas repentinas de ríos y cañadas. Durante las últimas 24 a 48 horas se han registrado entre 183 y 203 viviendas afectadas por inundaciones o daños, y aproximadamente 915 a 1.080 personas desplazadas o evacuadas según distintos informes preliminares del Centro de Operaciones de Emergencias (COE).
Más de 1 090 000 usuarios del servicio de agua potable permanecían sin suministro, afectando múltiples acueductos operados por Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (INAPA) y Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD), según informes de la prensa nacional del país.
Hasta ahora no se ha oficializado un número elevado de muertes, aunque sí se reportó al menos una persona arrastrada por una cañada en Santo Domingo Este, lo que subraya el peligro latente.
Ante esta situación, el presidente Luis Abinader movilizó al Estado con anticipación, suspendió labores en varias provincias, ordenó la limpieza de cañadas, activó maquinaria de mantenimiento vial y coordinó evacuaciones preventivas en zonas costeras e insulares (por ejemplo la evacuación de 98 personas en la isla Saona) para salvaguardar vidas. Gracias a esta movilización temprana, la República Dominicana pudo mitigar lo que podría haber sido un escenario de daños mucho más severos. Las viviendas afectadas, aunque numerosas, quedaron por debajo de las peores proyecciones y los servicios básicos, aunque interrumpidos, están en proceso de restablecimiento.
Queda pendiente la fase de recuperación, los sistemas de agua continúan comprometidos, comunidades permanecen parcialmente aisladas, y el COE mantiene alerta activa en 28 provincias que aún enfrentan riesgo de inundaciones, deslizamientos y crecida de ríos. En ese sentido, la estrategia del gobierno demuestra que la anticipación y la coordinación institucional pueden marcar una diferencia crítica ante eventos meteorológicos graves.
El reto ahora es que esta respuesta no solo contenga el daño, sino que también fortalezca la resiliencia del país ante futuras tormentas. Se requiere atención sostenida, recursos para reparar infraestructura y apoyo a las comunidades más vulnerables que a diario enfrentan el legado de la tormenta Melissa.
