BERLIN.- La sonrisa de Olaf Scholz contrastaba con la sobriedad de Armin Laschet al culminar la jornada electoral en Alemania.
Aunque con un resultado muy ajustado, el candidato socialdemócrata, el ministro de finanzas Scholz, ha logrado un 26% de los votos, según las primeras proyecciones, dejando en segunda posición a los conservadores de la CDU/CSU, que han obtenido las peores cifras de su historia tras la marcha de Angela Merkel.
Su apoyo en la recta final de la campaña no ha podido suplir el escaso carisma de su sucesor.
«Por primera vez en 16 años, Angela Merkel no se presentó a canciller. Fueron 16 años buenos para Alemania y por eso mi primer agradecimiento a la Canciller por su buen trabajo».
Con estas palabras y una gran ovación a la Canciller saliente ha iniciado Lashet un discurso ante sus simpatizantes en el que, aunque lamentando su derrota, ha abogado por formar una coalición «Jamaica», con Verdes y Liberales, bajo su liderazgo.
«Un voto a favor de la Unión es un voto contra un Gobierno de izquierdas. Por eso haremos todo lo posible para formar un Gobierno federal bajo la dirección de la Unión. Porque Alemania necesita ahora una coalición para el futuro que modernice el país ahora», espetó Armin Laschet.
Pero son los socialdemócratas quienes se consideran legitimados para encabezar el próximo Gobierno alemán pese a su mínima ventaja. El candidato del SPD Olaf Scholz salió sonriente a su sede dispuesto a empezar a trabajar tan pronto como se confirme el resultado definitivo.
«Será una larga noche electoral, eso es seguro. Pero también es cierto que muchos ciudadanos han votado al SPD porque quieren un cambio de Gobierno y porque quieren que el próximo canciller del país se llame Olaf Scholz», dijo Olaf Scholz ante su público.
Por delante quedan semanas, o incluso meses, de negociaciones para formar Gobierno. Sobre la mesa varias posibilidades con mayor o menor viabilidad, y en todas ellas dos partidos con la llave para una eventual coalición tripartita: los Verdes de Annalena Bearbock, convertidos en tercera fuerza política, y el Partido Liberal.
