Alerta de Seguridad en Haití: Estados Unidos Recomienda No Viajar al País
En un contexto de creciente violencia y control por parte de bandas criminales, el Departamento de Estado de los Estados Unidos emitió recientemente una alerta de seguridad que clasifica a Haití como un país donde se desaconseja viajar. Esta decisión fue corroborada por las alarmantes estadísticas de seguridad en el país, que revelan que durante el año 2024, más de 5,600 personas perdieron la vida a manos de estas organizaciones criminales.
La embajada de Estados Unidos en Haití instó a sus ciudadanos a evitar cualquier viaje al país caribeño, argumentando que el control ejercido por las bandas armadas ha alcanzado niveles críticos, donde aproximadamente el 85% de la capital, Puerto Príncipe, se encuentra bajo su dominio. Esta situación ha obligado al Departamento de Estado a establecer un nivel de alerta 4, que se traduce en la recomendación explícita de no viajar a dicho territorio.
Entre las restricciones adicionales, el aeropuerto Toussaint Louverture enfrenta serias limitaciones operativas, siendo un punto crítico para los viajes hacia y desde Haití. En este sentido, la Administración Federal de Aviación (FAA) ha impuesto prohibiciones a las aerolíneas estadounidenses para que no operen vuelos en Puerto Príncipe, aumentando así los retos logísticos para los ciudadanos que buscan regresar o salir del país.
A pesar de las preocupaciones de seguridad, algunas aerolíneas comerciales todavía mantienen vuelos entre Cabo Haitiano y Miami, ofreciendo una opción limitada para los viajeros. Sin embargo, la embajada de Estados Unidos ha aclarado que no organiza salidas para sus ciudadanos en Haití, reflejando el nivel de riesgo al que se enfrentan y las restricciones de personal que se mantienen desde el 28 de julio de 2023, cuando la embajada redujo sus actividades ante la crítica situación.
La alerta y las medidas de seguridad reflejan una tendencia preocupante en Haití, un país que ha visto un incremento notable de la violencia armada, afectando a la población civil y la estabilidad general. La comunidad internacional sigue observando con preocupación la evolución de estas dinámicas de seguridad, mientras que el gobierno estadounidense enfatiza la necesidad de prudencia y cuidado por parte de sus ciudadanos.