Asistente personal de Matthew Perry le puso tres inyecciones de ketamina el día de su muerte
La muerte del actor Matthew Perry, una de las estrellas de la serie Friends, dejó al descubierto que quienes enfrentan problemas de adicción, en lugar de encontrar apoyo en su círculo cercano, pueden hallar personas que terminen convirtiéndose en perjudiciales o incluso en sus verdugos.
De acuerdo con USA Today, los documentos de su caso detallan el capítulo final de la lucha de Matthew Perry contra la adicción, incluida la ahora evidente recaída que el actor tuvo en 2023 y que dio como resultado su muerte por “los efectos agudos de la ketamina” en octubre del año pasado.
El medio estadounidense destaca que entre las cinco personas relacionadas con su muerte se encontraba su asistente personal Kenneth Iwamasa, un hombre de 59 años, quien se llamaba a sí mismo “el mayordomo de Batman” y quien se declaró culpable el 7 de agosto pasado de un cargo de “conspiración para distribuir ketamina que resultó en muerte y lesiones corporales graves” del actor y ahora podría enfrentar una sentencia de hasta 15 años en prisión.
El 28 de octubre de 2023, día en que murió Matthew Perry, su asistente personal le suministró tres inyecciones de ketamina a Perry.
¿Cómo lo hizo?
Según se detalla en los documentos del caso, la primera dosis se la dio alrededor de las 8:30 de la mañana. La segunda fue unas cuatro horas después, mientras Matthew veía una película en su casa de Los Ángeles. La tercera dosis de ketamina se la dio Iwamasa unos 40 minutos después de la segunda, porque el actor así lo quiso.
“Dame un disparo bien grande”, fueron las palabras que Matthew le dijo a su asistente, quien así lo hizo y, después, preparó el jacuzzi para el actor, para luego salir de la propiedad para realizar algunos encargos.
Cuando el asistente regresó más tarde al lugar, encontró al actor bocabajo en el jacuzzi; Matthew Perry había muerto.
La ketamina es un potente anestésico utilizado en cirugías y que, en el circuito de las fiestas y centros nocturnos, es usado también de forma recreativa por sus efectos alucinógenos. Entre los acusados se encuentran dos médicos, una mujer acusada de ser traficante de drogas y un conocido del actor que se declaró culpable de actuar como intermediario.