Aumento de los fletes impactará mercancías traídas desde China a RD
Los fletes desde Asia y otras partes del mundo se han visto afectados por la situación generada a partir de noviembre del 2023, fecha desde la cual los rebeldes hutíes de Yemen han estado atacando buques comerciales en el mar Rojo, teniendo un efecto directo en el coste del transporte marítimo. Esto, combinado con la situación de sequía en el Canal de Panamá, genera incertidumbre en la región.
“El problema originado en el canal de Suez por los ataques de los hutíes a los barcos comerciales de contenedores, con la desviación de los mismos por una ruta de miles de millas extras, ha ocasionado un incremento de los fletes muy fuerte de los contenedores procedentes desde Asia al inicio de este 2024″, apuntó ayer el presidente de la Federación Dominicana de Comerciantes (FDC), Iván García.
Precisó que el costo del flete de los contenedores de 40 pies desde China, por el cual pagaban 2,800 dólares en octubre y diciembre, en la actualidad está a 3,900 dólares en la ruta que dura entre 45 y 60 días.
En la ruta menor de 45 días cuesta hasta 4,300 dólares. Esto, según anticipó, implicará un incremento en los precios de los artículos importados desde China.
“Estos precios son para importadores de más de cinco contenedores mensuales contratados con las principales navieras. Para quien importa uno o dos contenedores, el precio es un 10 % más caro”, dijo García.
Aunque el Banco Mundial había previsto un incremento de entre un 8 a 9 % del costo de los fletes este 2024, fue superado en la primera semana de enero, con un incrementos entre un 25 al 50 %, explicó García.
Teddy Heinsen, pasado presidente de la Asociación de Navieros de la República Dominicana (ANRD), dijo que el desvío de las rutas comerciales tras los ataques a buques mercantes en el mar Rojo está afectando una vez más al mercado del transporte de mercancías en contenedores, lo que se traduce en otro aumento de los precios al contado de la carga procedente de Shanghai, que está subiendo por sexta semana consecutiva y ha alcanzado su nivel más alto desde octubre del 2022.
- Agregó que el Índice de Carga en Contenedores de Shanghai (SCFI), que mide las tarifas al contado de la carga en contenedores desde Shanghai a varios destinos en todo el mundo, ha aumentado un 7.8 %.
El panorama
Un cable de la agencia EFE explica que el mar Rojo, delimitado al norte por el canal de Suez y al sur por el estrecho de Bab el Mandeb, es una vía por la cual navegan más de 19,000 cargueros anualmente, lo que supone el 11 % del tráfico marítimo global, además de ser el camino más rápido entre los puertos asiáticos y el Mediterráneo.
Añade que los ataques en las costas yemeníes afectaron, aunque en menor medida, al paso del canal de Suez, que vio reducido su tráfico un 33.4 %.
“El canal de Suez sigue sin ser una ruta comercial viable para los buques comerciales. Mientras los rebeldes hutíes sigan disparando misiles contra los buques de carga en el mar Rojo, las navieras no reanudarán sus rutas a través del canal de Suez”, enfatizó Heinsen.
Aseguró que los transportistas están aplicando rigurosamente recargos debido al aumento general de los costes de combustible y seguros al operar a través del Cabo de Buena Esperanza. Esto también se aplica a las rutas que no tienen enlace directo con el mar Rojo, como los fletes transatlánticos o transpacíficos.
- Como medida de precaución para evitar atraer el foco de los rebeldes, indicó que algunos transportistas ya no aceptan reservas de carga con destino a Israel o con un receptor israelí. En este momento, sigue siendo imposible predecir cuándo se resolverá la situación.
“En combinación con la grave sequía en el Canal de Panamá, se prevén múltiples consecuencias a corto y medio plazo de las actuales disrupciones: el aumento de la congestión portuaria, una creciente escasez de equipos, la introducción de recargos adicionales por parte de los transportistas como consecuencia de los mayores costes de combustible y seguro”, advierte el empresario.
Señaló que el desvío de buques por África conlleva un aumento de aproximadamente 3,500 millas náuticas, generando costes adicionales por el mayor consumo de combustible.
Además, esto se traduce en retrasos estimados de siete a 14 días y una reducción del 20 % en la capacidad, y también repercutirá en los impuestos sobre las emisiones de carbono del transporte marítimo.