BAJO ESCRUTINIO: Narcotráfico, política y justicia
Sin ningún lugar a dudas, que el tráfico de drogas narcóticas se ha convertido en la actualidad en uno de los principales problemas sociales con los que cuenta la República Dominicana.
El problemas es tan grave que semanalmente los organismos de seguridad de la nación dominicana detectan sin el menor rubor aviones cargados con toneladas de drogas proveniente provenientes de Suramérica.
El caso más reciente, lo fue en la ciudad de Oviedo, provincia Pedernales en la que una avioneta diseñada para el trasiego de drogas se precipito a tierra con unos 285 kilos de cocaína, pero que sus ocupantes aún no han sido arrestados. Esto sucede en la mayoría de los casos. Los criminales de diluyen a lo interno de la población dominicana.
La región sur del territorio dominicano por su vulnerabilidad en seguridad se ha convertido en el lugar preferido para los narcotraficantes movilizar sus narcóticos que tendrán como destino final la sociedad norteamericana.
La droga que llega a la nación dominicana proviene de Colombia y Venezuela. Además de Bolivia, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Guatemala, Perú y Ecuador e inclusive Haití.
El narcotráfico que tiene un carácter internacional se ha asociado al poder político en cada una de estas naciones donde actúan bajo plena impunidad y protección.
Una muestra de esta relación, lo es la alegada participación de políticos dominicanos, en especial varios diputados y funcionarios estatales acusados de asociación con el narcotráfico internacional a quienes le han lavado cientos de millones de pesos provenientes del tráfico ilícito de drogas.
La relación del narcotráfico internacional, con el local y los políticos dominicanos se ha convertido en una relación explosiva que ha puesto en alerta a los organismos de seguridad transnacionales, en particular al gobierno de los Estados Unidos que ha ampliado su permanencia en la isla caribeña a través de la Agencia para la Administración y Control de las Drogas, conocida en inglés como DEA y el Departamento de Justica que con mayor insistencia ha iniciado procesos de petición de extradición de todos los relacionados al narcotráfico internacional en el territorio dominicano.
Un ejemplo del apoyo al gobierno dominicano de parte de Estados Unidos fue la participación de agentes de la DEA en la llamada operación “Falcon” contra el crimen organizado de carácter internacional que aún mantiene su reino en el territorio dominicano en la que fue apresado el exdiputado (PRD 2006-2010) por el hoy gobernante partido Revolucionario Moderno (PRM) 2006-2010 y director de la institución Comunidad Digna, Juan Maldonado Castro, cuya esposa la también diputada por la provincia de El Seibo, Faustina Guerrero Cabrera, está siendo investigada por supuesta relación con el narcotráfico internacional.
“En los últimos cinco meses ha habido cinco legisladores apresados y acusados formalmente de estar vinculados al narcotráfico. Se trata del diputado Miguel Gutiérrez Díaz, quien fue arrestado en mayo de este año en Miami; la diputada Rosa Pilarte López, que fue acusada por la Procuraduría General de la República de lavado de activos provenientes del narcotráfico y de estar vinculada a la alegada red que supuestamente encabeza su esposo, Miguel Arturo López Florencio (Micky López).
Además, los diputados Nelson Rafael Marmolejos Gil y Héctor Darío Féliz Féliz que están acusados de asociación de malhechores, narcotráfico, lavado de activos provenientes del narcotráfico y tenencia ilegal de armas de fuego”, de acuerdo al periodista Nathanael Concepción en el artículo, “El desafío del narcotráfico a la democracia”, publicado en el periódico El Caribe el pasado 21 de septiembre del presente año.
El reto del gobierno que encabeza el Presidente Luis Abinader Corona unido a una mayor expansión de las instituciones norteamericanas en la República Dominicana como son la DEA y el Burot Federal de Investigaciones (FBI), unidas a las acciones del Departamento de Justicia serán determinantes para que la justicia dominicana pueda actuar sin restricciones en perseguir al narcotráfico internacional que no respeta fronteras y más cuando tiene el apoyo de ciertos sectores políticos internos que solo se interesan en acumular riquezas.
El momento actual requiere fortalecer la democracia dominicana y enjuiciar a los políticos corruptos relacionados al narcotráfico internacional. La nación dominicana no merece ser calificada como un narco-estado donde reine el narcotráfico.
El autor es periodista, educador y escritor dominicano que reside en el Estado de Nueva Jersey. Puede ser contactado en rhernandez5@hotmail.com