Brasil gana la Copa América
Maracaná: La Copa América del VAR, de la polémica arbitral, de los porteros, de la sequía goleadora y del fútbol irregular se la llevó Brasil. La ‘Seleçao’ más pragmática y menos vistosa que se recuerda se coronó en Maracaná tras ganar a Perú (3-1) esquivando cualquier fantasma y terminando con el reinado chileno y con 12 años sin Copas.
La fiabilidad y la seguridad sustituyeron al riesgo y a la fantasía en la ‘Canarinha’. Una fórmula menos romántica pero exitosa. El ‘jogo bonito’ está en peligro de extinción… pero Tite y sus pupilos se bañaron en dorado. No les sobró ni un gramo de fútbol para ser campeones.
Perú, que no pisaba una final desde que la ganó en 1975, llevó al límite a Brasil. Con Gareca volvieron a un Mundial 36 años después y han regresado a la aristocracia de Sudamérica. Una vuelta de tuerca histórica. Los ‘incas’ apretaron al anfitrión como ya hicieron ante Chile y Uruguay camino de la final. Un cambio radical respecto al 0-5 de la fase de grupos. Un plan que rompió Everton. El sustituto de Neymar es un torbellino. Volvió loco a Advíncula y abrió la final tras aprovechar una asistencia de Gabriel Jesus. Solo, batió a Gallese descorchando el duelo.
Desde Forlán en 2011 no había una diana en una final. Chile y Argentina habían dirimido las dos últimas sin tantos y en los penaltis. Everton se doctoró en Maracaná. Sus tres goles en la Copa (‘pichichi’ junto a Guerrero) y sus virguerías le han colocado en el escaparate mundial. Durará poco en Gremio.
Brasil tenía su ventaja y echó el candado a su portería como ha hecho en toda la Copa. Esperó una contra ‘descansando’ alrededor de Alisson y Perú forzó el empate metiendo el duelo en la locura al borde del descanso. En cuatro minutos, Paolo Guerrero pasó del éxtasis al hundimiento. En un instante, Brasil vio como emergía de un fondo el fantasma del Maracanazo y desaparecía por el otro.
El capitán peruano, leyenda del fútbol ‘inca’, logró batir a Alisson después de un penalti por mano de Thiago Silva (revisado por el VAR) ensanchando su figura en la Copa América.Nadie había marcado al meta del Liverpool en toda la Copa. Equilibró el duelo un suspiro: Gabriel Jesus, en un desajuste peruano, firmó el 2-1 antes del descanso. Del cielo al infierno en un momento. Dos golpes de efecto seguidos.