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Caída de discotecas que hoy son iglesias

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La vida de las personas en la sociedad siempre está en constante cambio, por ende los espacios donde conviven también son transformados. En la lucha por la modificación del entorno se ha tornado notorio que espacios que antes eran discotecas hoy día son iglesias.

Durante un recorrido realizado por periodistas de elCaribe por diferentes avenidas del país se observó que locales que décadas atrás eran ocupados por bares y bebentinas en la actualidad son centros religiosos, o estos están en las cercanías de lo que antes eran expendios de bebidas alcohólicas.

Centros de diversión que en las décadas de los 80, 90 y principio del 2000, eran las arterias comerciales de los sectores donde estaban ubicados, hoy día solo son recuerdos en la mente de algunos moradores.

Una de las avenidas más icónicas, que décadas atrás se caracterizó por poseer una gran cantidad de esta clase de centros de diversión es la San Vicente de Paul, en Santo Domingo Este. En ella se encontraban discotecas como: “Las Vegas, “Makumba, “Candy Disco” “La Terraza” y el “Colmadón La Rueda”.

A estas también se agregan: “Súper Ureña”, “Fuego Fuego”, “La Torre”, “Oasis”, entre otras. Igualmente en esta zona había una disco donde la mayoría de sus visitantes eran nacionales haitianos, y se agregan una serie de colmadones, de los cuales solo quedan añoranzas, dijo con un suspiro Virginia Guzmán Abreu, propietaria de la Farmacia “Quica”, comercio que ha sobrevivido por varias décadas en esta zona.

De discoteca a iglesias

Durante la investigación se pudo comprobar que la Discoteca “Las Vegas”, que era la más grande del país en las décadas de los 80 y 90, se caracterizaba por reunir a las orquestas y artistas más trascendentales en su época a nivel nacional e internacional, tales como: “Sergio Vargas”, “Fefita la Grande”, “La Coco Band”, “Kinito Méndez”, “El Gran Combo de Puerto Rico”, “Rikarena”, entre otros. Además este terreno fue el escenario de múltiples graduaciones de diferentes entidades y de diversas presentaciones culturales.

La antigua discoteca “Las Vegas” es hoy la Iglesia Tabernáculo de Adoración, pastoreada por Santiago y Norelys Ponciano, que opera desde 1991. Esta congregación anteriormente estaba en la avenida Sabana Larga, hasta que en el 2005 comenzó a funcionar en el terreno de este antiguo centro de diversión.

Esta iglesia es la madre de otros 13 templos, cuenta con una membresía aproximada de 4,000 personas que dan asistencia a más de 40 ministerios nacionales e internacionales.

Otras discotecas que hoy son iglesias

Una transformación similar ocurrió a pocas esquinas del Tabernáculo de Adoración en lo que antes era la discoteca “Fuego Fuego”, al lado de este local está hoy la Iglesia Centro de Restauración y Avivamiento.
De igual modo, en lo que anteriormente era la discoteca “El Oasis” en la actualidad está el Centro Educativo de la Gracia, “Formando una Generación de Líderes Felices en el Temor de Dios”, dirigido por pastores cristianos.

En cambio, otras discotecas y colmadones de los arriba mencionados en la actualidad son negocios de diferente índole, tal es el caso de “Ureña”, que hoy es “Tecno Fijaciones,” empresa que distribuye productos de las marcas Lanco, Stanley, Blickle, entre otras. También donde estaba “Candy Disco” hoy hay una tienda de motocicletas, entre otros centros comerciales que han convertido a la avenida San Vicente de Paul una vía comercial.

Otra de las vías icónicas en materia de bebentinas fue la avenida Pedro Livio Cedeño, en las décadas de los 80 y 90, debido a que en estas se encontraban Discoteca como “El Almendro”, que hoy es Ferretería La 24.

Al entrevistar a Domínguez Jiménez Fabián, residente nativo del sector Villa Consuelo, lugar donde se encontraba muchas de estas bebentinas ya mencionadas, declaró que en esta avenida se encontraba la discoteca “Aguas Frías”, que en la actualidad es una venta de repuestos de vehículos, y en sus mejores momentos fue el escenario de artistas y orquestas como el “Gran Combo de Puerto Rico”, Wilfrido Vargas, Vicente Pacheco, Fusto Rey, Johnny Ventura entre otros.

De igual modo, Jiménez Fabián aseguró que en la calle 20, esquina Marcos Adón, donde estaba la antigua discoteca “La Antilla”, hoy también hay una venta de repuestos de vehículos y el colmadón “Ruta de Sombra”, el cual recordó por los pleitos que allí se efectuaban, hoy solo queda un comercio de reparación de neveras. No obstante, dijo que el “Cabaret La 55” de la avenida Pedro Livio, aún permanece en este lugar, pero sin la misma trascendencia de aquella época.

De igual manera los reporteros de elCaribe abordaron a una empleada de la “Ferretería La 24”, antigua discoteca “El Almendro”, quien dijo: “La mayoría de los centros de diversión arriba descritos fueron cerrados, por la lucha social que tuvo el párroco José Luis Hernández, sacerdote de la iglesia San Elías Profeta, la cual está frente a este comercio”.

Razón por la que quebraron algunos centros de diversión

Guzmán Abreu también aseguró que desde el año 2000 en adelante fueron cayendo en quiebra cada uno de estos centros de diversión, por diferentes motivos. Explicó que una de las razones principales fue por causa de los gobiernos de los periodos del 2000 al 2008.

“Los Gobiernos de Hipólito Mejía y el segundo periodo de Leonel Fernández se la pusieron difícil a estos comerciantes, porque en el 2003 hubo una crisis grandísima. Recuerdo que la dueña de la discoteca ‘La Torre’, la señora Ceferina Torres, me decía que la factura eléctrica le llegaba muy cara”.

De la misma manera añadió que en el otro gobierno, en el 2004-2008, mandaron a cerrar todos esos negocios y luego cuando dejaron que abrieran solo podían trabajar hasta la medianoche y los fines de semana hasta las 2 de la madrugada. “Todo eso afectó mucho porque esos lugares se llenaban de gente después de las 11 de la noche”, explicó la dueña de la farmacia.

Al investigar un poco más las razones dadas por Virginia Guzmán, durante el año 2003 en el país ocurrió una crisis financiera, la cual fue generada por la quiebra del banco Baninter, que acarreó que también cerraran sus puertas entidades financieras como Bancrédito y Banco Mercantil.

Las declaraciones de bancarrota de estas empresas provocaron una devaluación de la moneda cercana al 100% y una tasa de inflación superior al 40%. Esta situación repercutió de forma negativa en toda la economía dominicana en esa época, según el Informe de Participación Ciudadana, titulado “Ante la grave crisis financiera”.

Otro hecho que afectó estos establecimientos fue implementación de la ley No. 90-19 que modifica la Ley No.287-04, sobre Prevención, Supresión y Limitación de Ruidos Nocivos y Molestos que Producen Contaminación Sonora., la cual entró en funcionamiento el 15 de agosto de 2004, con el ministro de Interior y Policía Franklin Almeyda Rancier.

Además, Almeyda Rancier también fue una de las personas que incentivaron la regularización de los horarios en los centros de diversión, esta fue la motivación de la creación de la ley 308-16, que consiste en la prohibición de expendio de bebidas alcohólicas en colmados, discotecas, bares, casinos y centros de diversión a partir de las 12 de la noche, durante los días que van de domingos a jueves; y a partir de las dos de la madrugada (2:00 a.m.) los sábados y domingos.

 

http://elcaribe.com.do

 

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