Caso hermanos Menéndez: Las nuevas pruebas serán examinadas por la fiscalía de Los Ángeles.
George Gascón, el fiscal del distrito de Los Ángeles, comunicó este jueves que su departamento está analizando nuevas pruebas de posible abuso sexual en el caso del homicidio que involucra a los hermanos Lyle y Erik Menéndez.
En una rueda de prensa, el fiscal comunicó que los abogados de los hermanos Menéndez, sentenciados desde 1996 a prisión perpetua por el homicidio de sus padres, José y Kitty Menéndez, pidieron a un tribunal la revocación de su sentencia y la revisión de nuevas evidencias que se han proporcionado a su juicio.
Dentro de las nuevas evidencias se incluye “una misiva que aparentemente fue enviada por uno de los hermanos a otro integrante de la familia comunicando que él sufría abusos”, junto con otras evidencias aportadas por sus abogados de un individuo que sostiene “que fue maltratado por el padre”, aclaró.
“Ninguna de estas cifras ha sido corroborada”, insistió Gascón, quien anuncio que se ha programado una nueva audiencia judicial para Erik y Lyle Menéndez el 29 de noviembre próximo para analizar estas evidencias.
Aunque la Fiscalía defiende que los hermanos perpetraron los homicidios, tiene en mente examinar estas evidencias y determinar si se requiere una nueva condena.
“Si esas evidencias hubieran estado accesibles para el tribunal y el jurado durante el juicio, quizás el desenlace habría sido distinto”, argumentó Gascón.
“Estamos analizando los datos, pero considero que también es crucial que admitamos que tanto los hombres como las mujeres pueden ser objeto de violencia sexual”, afirmó.
En 1996, los hermanos Menéndez fueron sentenciados a prisión perpetua por planificar y llevar a cabo el homicidio de sus progenitores, José y Kitty, en la tarde del 20 de agosto de 1986 en su hogar, situado en un distinguido vecindario de Beverly Hills, con las armas que habían adquirido días previos al ataque.
Después del delito, los hermanos declararon a las autoridades que hallaron los cuerpos sin vida de sus padres después de haber estado la tarde fuera de su hogar.
El caso adquirió una importancia particular cuando los hermanos empezaron a llevar una vida de lujos y excesos después de obtener la riqueza de su padre, lo que generó sospechas en las autoridades.
Poco más tarde, la pareja del psicólogo de Erik alertó a la policía sobre la presencia de sesiones registradas en las que Erik reconocía y debatía sobre su culpa.
Aunque la Fiscalía sostuvo que pretendían heredar la herencia familiar, los hermanos sostuvieron, y continúan sosteniendo, que sus actos fueron resultado de una vida de maltrato físico, emocional y sexual por parte de su padre.