Cataluña acude a las urnas por quinta vez desde irrupción del «procés»
Las elecciones en Cataluña se celebran este domingo en un contexto de máxima incertidumbre sobre lo que puede suceder. Ningún proceso electoral suele estar exento de dudas sobre la decisión de las urnas, “la verdadera encuesta”, pero estos comicios autonómicos presentan muchas variables que van más allá del ganador. De todas ellas, el escenario de la repetición electoral sobrevuela la cita electoral, la quinta desde que irrumpió el proceso independentista (conocido como procés) hace 12 años.
De alcanzar esa cifra por cuarta vez consecutiva desde las elecciones de 2015, el independentismo se garantizaría casi con toda probabilidad su continuidad al frente de la Generalitat. Según las encuestas, el líder de Junts, Carles Puigdemont, tendría más opciones que el candidato de ERC, Pere Aragonès, para liderar un futuro govern. Ello, ley de amnistía mediante, supondría el regreso a la primera esfera política del expresident, huido a Bélgica desde 2017 para evitar ser juzgado por el Tribunal Supremo en el marco de la causa del procés catalán.
Pese al repunte de Junts que auguran los sondeos -amenazando con pisar los talones a Illa-, la posible caída de ERC y la previsible bajada de la CUP pone en apuros la suma del bloque independentista. Ahí, el papel de ERC sería clave. De bajar a tercera fuerza (en 2021 quedó segundo, empatado a escaños con el PSC), los republicanos tendrían el control para decantar la balanza hacia un Govern independentista o uno de izquierdas con el PSC.
Consciente de su previsible tercer puesto, el actual president de la Generalitat, Pere Aragonès, supeditó cualquier acuerdo de investidura a las “propuestas que haya sobre la mesa” tras el 12 de mayo. “Si hablamos de propuestas es más fácil construir consensos. Si hablamos de sillas o con base a prejuicios, nos llevará a un bloqueo”, señaló en una entrevista en la Cadena Ser en alusión a las tres líneas rojas de ERC, que son: “Avanzar en la negociación del conflicto político para establecer las bases de un referéndum, la financiación singular y un refuerzo del Estado del Bienestar”.
Si el independentismo no suma la mayoría absoluta y el PSC no consigue atraer a los republicanos, a quienes les ha pasado factura en las últimas elecciones municipales y generales su estrategia de negociación con Madrid, o si ERC no llega a un acuerdo con los de Puigdemont, el escenario de la repetición electoral sería irremediable.