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Católicos acuden a la Basílica de Higüey por motivo al Día de Nuestra Señora de La Altagracia

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Santo Domingo. –  Católicos acuden a la Basílica de Higüey, por motivo al día de Nuestra Señora de La Altagracia como un acto de fe, para pedir, dar gracias y hacer promesas a la protectora del pueblo dominicano.

Largas filas de feligreses habían en las afueras del santuario a la espera de un turno para tocar, venerar, y honrar la imagen de la virgen de la Altagracia que se encuentran en lo alto del altar de la catedral, y a la vez aprovechar el momento para pedir sus milagros o simplemente ofrecer sus agradecimientos por las peticiones cumplidas.

Carpas instaladas; personas sentadas y acostadas en colchonetas; pedigüeños que movían sus vasos o latas vacías para que les dieran limosnas, vendedores ambulantes ofreciendo diversos artículos a los visitantes como velones, rosarios, crucifijos, pulseras, cadenas y retratos con la imagen de la virgen, era lo que predominaba dentro y fuera del lugar.

Ofreció a Dios y a la Virgen la salud de sus hijos

Dora Ramona Ramírez Ortiz es una señora de 57 años que anualmente viene desde La Vega a la Basílica de Higüey para ofrecer, primero a Dios, y después a la virgen, que sus hijos mellizos, que actualmente tienen 18 años, logren caminar

Ambos jóvenes, que son trasladados por su progenitora en una silla de ruedas que comparten, no caminan, no hablan, pero sí escuchan. La esperanza de su madre es que por la gracia de la protectora del pueblo dominicano le devuelvan la salud a sus vástagos que padecen de retardo psicomotor moderado.

La señora, quien lloraba manifestaba la tristeza que le embarga por el hecho de no contar con los recursos suficientes para darle un mejor estilo de vida, esto sumado a tener que lidiar cada día con su condición.

“Yo vengo aquí a la Catedral de La Vega porque yo ofrecí a Dios y la virgen para que ellos me salgan caminando. Ellos tienen su tratamiento lo llevan, yo se lo llevo, pero por lo que yo estoy más luchando ahora mismo, después de Dios, es por el hogar donde vivir porque no tengo lugar donde vivir. Pago alquiler de casa, pero desde luego, yo quiero que me ayuden con la casa porque todos los años pido la ayuda y no me la han dado. No tenemos muchas condiciones”, expresó entre lágrimas.

Como Dora Ramona eran muchos los casos. Gente enferma rogando por su mejoría, y otros en sillas de ruedas pidiendo su sanación.

Llamado a la confraternidad

El municipio de Higüey es otro durante los días previos a esta advocación. La gente vive con mucha alegría y entusiasmo la fiesta mariana, conmemoración que, según el obispo de la diócesis de esta localidad, monseñor Gregorio Nicanor Peña, se lleva a cabo con grandes expectativas.

Señala que llena de alegría a la iglesia que para la ocasión no se necesita hacer convocatorias ya que los feligreses acuden hasta aquí para participar en la devoción altagraciana, que no solo es una de las más antiguas de toda América, sino la más testimoniada documentalmente. Monseñor Nicanor Peña indicó que, en el mensaje, que será ofrecido hoy, en la misa que se oficiará en el santuario ante la presencia del presidente de la Republica, Danilo Medina, y decenas de funcionarios del Gobierno, empresarios y otras personalidades de la vida nacional, va a consistir en un llamado a la confraternidad, la paz, la unión y el amor.

La peregrinación

El peregrinaje para esta fecha es una tradición para muchos de los que vienen hasta este lugar en cumplimiento a promesas o, en su defecto, haciéndolas. Rafael Morales, un señor de unos 60 años, quien caminaba vestido de blanco completamente por la carretera. El señor, que inicio su trayecto a las 6:00 de la mañana desde Boca de Yuma, contó sin reducir el paso que cada año que puede hace este sacrificio por su salud. Al igual que él, muchos llegaban en guaguas repletas de personas, desde varios puntos del país. Al llegar, niños, jóvenes, adultos y envejecientes encienden velas y velones, mientras otros traían flores como ofrenda.

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