CEO biotecnológico demanda a Uber tras agresión de un conductor indocumentado en Charleston

Charleston, Carolina del Sur: En un suceso escalofriante ocurrido en abril de este año, Bryan Kobel, director ejecutivo de la firma de biotecnología TC BioPharm, fue brutalmente agredido por su supuesto conductor de Uber en un estacionamiento de King Street, frente a un restaurante en pleno centro de la ciudad.

¿Qué pasó?

Kobel, de 45 años, abordó un Uber con su perro de servicio. Al solicitar que el conductor permitiera subir al animal, este se negó. Kobel pidió cancelar el viaje y, cuando descendía del auto, fue abordado por el conductor: Uliumdzhiev Vadim Nikolaevich, de 42 años e indocumentado de origen ruso. El hombre lo empujó contra un vehículo, lo tomó del cuello, le propinó cabezazos y puñetazos, dejándolo inconsciente en el pavimento junto a su perro. El atacante escapó del lugar rápidamente, mientras transeúntes horrorizados llamaban al 911.

Consecuencias físicas y emocionales

Kobel fue trasladado al hospital con una severa conmoción cerebral, recibió siete grapas por una profunda laceración en la cabeza y sufrió pérdida de memoria a corto plazo y dificultad para hablar y enfocarse. “Tardé unos 60 días en recuperar algo parecido a la normalidad… No podía mirar pantallas, las palabras se me escapaban…”, declaró el ejecutivo. Reacciones y acciones legales

El conductor fue arrestado, acusado de agresión agravada en segundo grado, y liberado bajo fianza de $10,000. ICE emitió una retención migratoria tras confirmar que su licencia era falsa y que estaba ilegalmente en EE. UU.

Días después, Kobel interpuso una demanda civil en el condado de Charleston contra Uber y su subsidiaria Raiser, exigiendo compensaciones por más de $100,000 por daños físicos, médicos, emocionales, angustia mental y pérdida del disfrute de la vida. La querella sostiene que Uber fue negligente al no verificar adecuadamente la identidad y antecedentes del conductor, exponiendo a los usuarios a un riesgo inaceptable.

Kenneth Berger, abogado de Kobel, criticó duramente los protocolos de Uber: “¿Cómo una empresa multimillonaria no detecta en minutos una identificación falsa y un conductor indocumentado?”.

Uber ha suspendido la cuenta del conductor y asegura cumplir con todas las leyes de seguridad y elegibilidad laboral vigentes, aunque no comentó sobre la demanda pendiente.

Repercusiones y contexto más amplio

Este caso amplifica un patrón preocupante. Uber enfrenta múltiples demandas por fallos en seguridad, especialmente relacionadas con agresiones sexuales a pasajeros. Desde 2024, miles de casos fueron consolidados en litigios federales, donde se alega que la empresa prioriza su crecimiento sobre la seguridad mediante verificaciones insuficientes.

En el ámbito legal, Kobel aspira no solo a una compensación económica, sino a forzar mejoras reales en los sistemas de verificación, monitoreo y protección del usuario: “Las empresas que viven de la confianza pública deben contar con sistemas de detección cotidianos que realmente protejan a las personas”, subrayó su abogado Berger.