Cientos de argentinos arropan a Cristina Fernández tras la ratificación de su condena
Buenos Aires, 13 nov (EFE).- Centenares de seguidores de la expresidenta argentina Cristina Fernández se concentraron este miércoles ante la Cámara Federal de Casación Penal que ratificó su condena y luego la acompañaron al Instituto Patria para expresarle su apoyo y denunciar persecución judicial y política.
Desde primera hora de la mañana, estudiantes y militantes de la Cámpora (juventudes kirchneristas) se fueron concentrando en la avenida Comodoro Py, en Buenos Aires, donde se ubica la sede de la Cámara de Casación. Allí, abogados y dirigentes sociales impartieron una clase pública para explicar el caso contra Fernández y denunciar ‘lawfare”.
Se entiende como ‘lawfare’ la guerra judicial que se emprende desde las instituciones para destruir a los adversarios, y eso es lo que, según los abogados y seguidores de Fernández, está sufriendo la exmandataria.
“Estamos ante una mafia que condiciona la democracia y el estado social de derecho”, dijo Grabois, al insistir en la inocencia de la expresidenta: “Cristina no tiene un pelo de corrupta y no vamos a permitir que la metan presa. No va a pasar lo que pasó con Lula (presidente de Brasil). No naturalicemos la injusticia”, insistió.
El aula magna callejera se celebró entre fuertes medidas de seguridad, con decenas de policías apostados alrededor de una zona acordonada, pertrechados con escudos y material antidisturbios, y una gran afluencia de periodistas.
“Me castigan por ser mujer”
A las once de la mañana comenzaba la lectura del fallo, por el que la Cámara de Casación ratificaba la sentencia impuesta a la expresidenta en diciembre de 2022 por el Tribunal Oral Federal 2: seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.
Fernández está condenada por el delito de administración fraudulenta, dentro de la causa ‘Vialidad’, en la que se investigó la concesión de hasta 51 obras públicas al empresario Lázaro Báez en la provincia de Santa Cruz durante los gobiernos de Néstor Kirchner (2003-2007) y su esposa, Cristina Fernández (2007-2015).
Junto a Fernández, la Cámara también ratificó la sentencia de seis años de prisión contra Báez.
Cristina Fernández, de 71 años, escuchó el fallo en directo cuando se dirigía en un automóvil a Moreno, una localidad de la provincia de Buenos Aires y en la periferia de la capital, donde mantuvo una reunión con mujeres de ese lugar.
“Cuando sos mujer todo te lo hacen 20 veces más difícil y, si por algo me castigan, no solamente es por todo lo que hice sino porque soy mujer también. No se bancan (soportan) discutir con una mujer y que no puedan tener razón”, afirmó.
La exmandataria agregó: “No importa, chicas, al lado de lo que han tenido que aguantar miles y miles de mujeres en condiciones horrendas, esto no lo veo como un sacrificio sino casi como una obligación de alguien que tiene un proyecto de país y un modelo de sociedad”.
Aplausos, vítores y abrazos kirchneristas
Desde Moreno, la recientemente designada presidenta del Partido Justicialista (PJ) partió al Instituto Patria, un espacio de debate político creado por ella y ubicado en el centro capitalino, donde le esperaban cientos de personas para volver a expresarle su solidaridad.
Entró al edificio entre aplausos, abrazos y vítores de sus seguidores, quienes le lanzaron cánticos como “Cristina presidenta” y “Corazón, Cristina, corazón, acá tenés los pibes para la liberación”.
Después se asomó al balcón y saludó a una militancia entregada, que ondeaba banderas de todos los tamaños y que había cortado la céntrica calle Rodríguez Peña al tránsito para clamar por su lideresa.
Cristina Fernández tiene la posibilidad de recurrir el fallo emitido este miércoles por la Cámara de Casación ante la Corte Suprema de Justicia, lo que evitará que se aplique la sentencia hasta que sea definitiva.
Mientras tanto, sigue recorriendo los suburbios de la capital, reuniendo a sus acólitos, azotando desde la oposición al Gobierno de Javier Milei y haciendo campaña para las legislativas de 2025.
Esther Rebollo
(c) Agencia EFE