Colapsan funerarias de California por incrementos de muertes por COVID-19
A medida que las comunidades de todo el país sienten el dolor por un aumento en los casos de coronavirus, las funerarias en la zona sur de California dicen que deben rechazar a las familias en duelo, mientras se quedan sin espacio para los cuerpos que se amontonan.
El jefe de la asociación estatal de directores de funerarias dice que las morgues se están llenando a medida que Estados Unidos se acerca a una cifra sombría de 350,000 muertes por COVID-19. Más de 20 millones de personas en el país han sido infectadas, según datos compilados por la Universidad Johns Hopkins.
“He estado en la industria funeraria durante 40 años y nunca en mi vida pensé que esto podría suceder, que debería que decirle a una familia: ‘No, no podemos llevar a su familiar’”, dijo Magda Maldonado, propietaria de Continental Funeral Home en Los Ángeles.
Continental está haciendo un promedio de alrededor de 30 levantamientos de cadáveres por día, seis veces su tasa normal. Los propietarios de la morgue se llaman entre sí para ver si alguien puede manejar el desbordamiento, y la respuesta es siempre la misma: también están llenos.
Para mantenerse al día con la avalancha de cadáveres, Maldonado ha alquilado refrigeradores adicionales de 15 metros (50 pies) para dos de las cuatro instalaciones que administran en Los Ángeles y los condados circundantes.
Continental también ha retrasado su trabajo con los hospitales durante uno o dos días, mientras se ocupa de los clientes residenciales. Bob Achermann, director ejecutivo de la Asociación de Directores de Funerarias de California, declaró que todo el proceso de enterrar e incinerar cuerpos se ha ralentizado, incluido el embalsamamiento de cuerpos y la obtención de certificados de defunción.
Durante tiempos normales, la cremación puede ocurrir en uno o dos días; ahora lleva al menos una semana o más. Achermann dijo que en la parte sur del estado, “todas las funerarias con las que hablo dicen: ‘Estamos remando lo más rápido que podemos'». «El volumen es simplemente increíble y temen no poder seguir el ritmo», mencionó. «Y lo peor de la oleada aún podría estar por delante de nosotros».