¿Cómo funciona el atraco de los fideicomisos?
Nueva York: A propósito de lo que está pasando en mi país, República Dominicana que recientemente está gobernada por un nuevo partido político y un gobierno definido como anti corrupto. De hecho, ha dado señales serias de querer independizar el Ministerio Público, brazo acusador del poder judicial apandillado históricamente con la corrupción administrativa y el crimen organizado.
El caso de la planta de producción de energía eléctrica Punta Catalina, un cuerpo de delito en donde se pudieran encontrar serias implicaciones corruptas de la pasada administración del gobierno Medina-PLD . Y que el PRM y su gobierno encabezado por el presidente Luis Abinader, han apostado a tirarla como perla a los cerdos haciendo que el país retroceda hasta la edad de piedra planteando la creación de un fideicomiso para su administración.
Para los que no entienden bien qué es un fideicomiso, voy a definirlo de la forma más llana posible: “Es un forma simple de legalizar actos corruptos de los sectores privados en detrimento de un estado. En ocasiones tiene implicaciones extra-territoriales, que aunque sus componentes se encuentren geográficamente separados entre sí con relación a los bienes, siempre crean todas las condiciones de poder ocultar los bienes afectando directamente el bienestar social de los pueblos. Es un vehículo que se ha usado exitosamente para el lavado de activos, corrupción administrativa y evasión fiscal, por parte de sectores que se ocultan detrás de estas figuras. Sin olvidar que en el ámbito privado, los fideicomisos son un escondrijos de ladrones, corrupción rampante y evasión fiscal.
Los ricos los han usado como instrumentos para planificar una protección fiscal del patrimonio familiar porque garantizan una mayor protección que la formación de una empresa de responsabilidad comercial limitada. Así evaden impuestos, para defraudar acreedores privados, ampliando el espectro de desigualdad social e injusticia.
En cientos de países se ha empezado a legislar en contra de los fideicomisos por la falta de transparencia que los precede. Están evitando su creación para prevenir, naturalmente, flagelos como el lavado de dinero y la evasión fiscal. Múltiples delitos económicos suceden bajo la sombra de ellos, en donde criminales ocultan su identidad, disimulan y ocultan transacciones ilegales, como el soborno a los funcionarios públicos o en el sector privado, evaden pagos de impuestos. En asuntos como estos es donde aparece la necesidad de los fideicomisos.
Por eso son tan comunes en los paraísos fiscales donde son entidades intrínsecamente vinculadas y promovidas en esos paraísos. Incluso, ante el enorme riesgo de evasión, lavado y corrupción, en el año 2014 el G20 emitió una declaración de principios que obliga a los estados a tomar medidas sobre “Transferencia de Beneficiarios Finales”, donde incluyen disposiciones vinculantes a los fideicomisos. Asimismo, el Parlamento Europeo en el 2015 a través de la 4ta. Directiva Europea Anti-Lavado de Dinero aprobó una estricta ley sobre la creación de fideicomisos que generan consecuencias fiscales.
También Reino Unido e instituciones como (OCDE) han publicado nuevas reglas de referencia para fiscalizar a los países que están creando fideicomisos, cuyas consecuencias podrían repercutir en revaluaciones de su marco legal. Eso significa que a partir de estas regulaciones, los países necesitarán contar con disposiciones para identificar a los beneficiarios finales de personas jurídicas y fideicomisos.
Los sectores privados corruptos apandillados tradicionalmente con los gobiernos asaltantes de los recursos del estado, pueden seguir manipulando bajo esquemas aparentemente legales que son reconocidos hasta por sus cámaras legislativas para darle apariencia de legitimidad, pero que en realidad han seguido con las lagunas legales creadas para evitar la real identificación de las partes intervinientes.
Los fideicomisos tienen una naturaleza legal. Son la confirmación de la sentencia que establece que “lo mal hecho hay que hacerlo bien hecho”. Su propia naturaleza y estructura legal son la simiente de algo muy malo, como prohibir que la ley de libre acceso a la información pública los alcance. Porque no necesariamente tiene que revelar a nadie la identidad de los propietarios, los que los manejan o a quienes se benefician y mucho menos revelar los activos.
Una de las partes más cuestionables de los fideicomisos es que protegen activos sin la necesidad de despojarse del control de los bienes. Eso quiere decir que, un individuo puede controlar y disfrutar de bienes fideicomitidos, como un helicóptero o una mansión, estando desvinculado legalmente como para que los activos no puedan ser identificados, alcanzados o conocidos por sus acreedores. Lo que significa que a través de un fideicomiso un delincuente puede engañar sin que sus bienes puedan ser embargados por los acreedores. Es un verdadero paraíso para proteger activos.
Para finalizar, los fideicomisos nunca han beneficiado a los estados, ni fueron creados para la administración pública y su aplicación ha sido catastrófica. Sus reglas fueron creadas para los ricos, corruptos, estafadores, evasores y lavadores de activos; en detrimento de los intereses más genuinos de la sociedad. Así que el pueblo dominicano no necesita más calamidades y saqueos de los que ha recibido.
