Con nuevos uniformes policiales y tecnología moderna y el mismo comportamiento con ciudadanos

El lunes pasado, durante LA Semana con la prensa, se dio a conocer los nuevos uniformes y aparatos que usarán los oficiales de la Policía Nacional a partir del año próximo, lo que ha generado una serie de comentarios, puntos de vista y especulaciones a favor y en contra.

A pesar de que la información se propaga en todas las plataformas de comunicación (redes sociales, influencers, comunicadores, periodistas y líderes de opinión), y también de manera informal en los barrios, las cuestiones que se plantean son: ¿Se modificará el comportamiento con los nuevos uniformes?, ¿Se reducirá la criminalidad con la reciente reforma?

Los vídeos y fotos de los modelos de policía con los uniformes renovados estaban en el punto de mira de todos. En el lugar favorito del presidente Abinader, tanto el comisionado para la reforma de la policía, Luis García, como el coronel Nandy Reyes Santos, detallaron todo lo relacionado con los nuevos uniformes.

No obstante, para los ciudadanos, el escepticismo es la opción más adecuada, dado que, como reza el dicho “aunque el mono se vista de seda, mono se queda”, aludiendo a que no se logra nada con modificar el atuendo de una entidad si no se modifica su pensamiento, su cultura, y menos aún los procedimientos y protocolos que lo dirigen.

“Han pasado más de tres años desde que el Gobierno comenzó a reformar la Policía y se conoce que ha incrementado su salario en dos ocasiones, pero la delincuencia y la ausencia de patrullaje persisten en las calles, y no creo que un nuevo uniforme contribuya a solucionar los problemas existentes en dicha institución”, manifestó Juan Antonio Cabrera Trejo, chofer de taxi.

Desfavorables noticias.

Al analizar las últimas noticias sobre los sucesos delictivos más relevantes de los últimos meses, los oficiales de policía serán los actores principales.

En los meses recientes, los “intercambios de disparos” se han vuelto el método más efectivo para luchar contra la criminalidad.