Condenada al fracaso propuesta demócrata aprobada el viernes para envío de otros $1, 200

Washington, DC: Con una votación cerrada de 208 a 199, los demócratas aprobaron la propuesta de un 3 billones de dólares que servirían de soporte para un nuevo envío de $1, 200 y $2, 400, sabiendo que los republicanos no dejarán que se convierta en ley, es decir, una jugada politiquera que no persigue un verdadero alivio para las familias que han quedado atrapadas en los juegos de ambos partidos y una crisis que los arropa.

Es tan solo una jugada política con fines electoreros de los demócratas, porque dicha propuesta encierra aspectos inconcebibles para los propios representantes y senadores conservadores demócratas y los republicanos en ambas cámaras.
Uno de los puntos de inflexión de dicha propuesta es la inclusión de los inmigrantes indocumentados que recibirían por igual las mismas ayudas que los ciudadanos o residentes permanentes. En otras palabras, los demócratas proponen cosas para que los republicanos las rechacen y se vean como los malos de la película.

Como era de esperarse, los republicanos buscaron un voto de rechazo e impedir que los inmigrantes sin papeles reciban las ayudas económicas de los $1, 200, ello significa que esa propuesta quedará pulverizada cuando llegue al senado convirtiéndose en una verdadera pérdida de tiempo y un juego político de los demócratas en vez de apoyar una propuesta que ambas bancadas pudieran llegar a un acuerdo y que los paquetes de ayudas lleguen rápido a las familias.

A parte de los cheques que recibirían las familias con ingresos por debajo de los 75 mil dólares, la propuesta también dispone de $1 billón para el rescate de gobiernos locales y estados, a lo que los republicanos también se oponen alegando que estos gobiernos y estados ya estaban en crisis antes del coronavirus.

El paquete económico incluye $1 billón de dólares para rescatar a los estados y gobiernos locales, así como otra ronda de pagos directos de $1,200 dólares a los contribuyentes con ingresos por debajo de los $75,000 dólares anuales, incluidos esta vez los inmigrantes sin papeles.

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La Casa Blanca y los republicanos -así como algunos demócratas- se oponen tanto al giro a los indocumentados como a rescatar los estados, ya que advierten que en algunos casos sus problemas financieros son previos a la pandemia.
De salir adelante, este plan sería el mayor de la historia de Estados Unidos al superar al aprobado a finales de marzo de $2.2 billones y doblaría los $3 billones aprobados hasta la fecha para hacer frente a la crisis económica.

“No actuar ahora sería no solo irresponsable en un sentido humanitario, es irresponsable porque solo nos va a costar más”, dijo la Speaker de la Cámara, la demócrata Nancy Pelosi. “Más en términos de vidas, de sobrevivencia, costo para el presupuesto, costo para nuestra democracia”.