Conozca el terrible daño que conlleva una vida alta en grasas y azúcares
Washington, 4 mar (Prensa Latina) La Organización Mundial de la Salud (OMS) celebra hoy el Día contra la Obesidad, para divulgar el terrible daño que conlleva para el organismo una dieta alta en grasas y azúcares.
La jornada es convocada por la Federación Mundial de la Obesidad para tratar esta afección que alcanza proporciones epidémicas a nivel mundial.
Se estima que desde 1975 este mal se triplicó, con al menos mil 900 millones de adultos casos en 2016, así como 340 millones de niños y adolescentes.
Se entiende por obesidad a una acumulación anormal de grasa que puede acarrear otras enfermedades que son nocivas para el organismo.
La obesidad es el primer paso para otras patologías como hipertensión arterial, diabetes tipo II, índices elevados de colesterol y triglicéridos, problemas osteoarticulares, riesgo de padecer cáncer, apnea del sueño y problemas cardiovasculares.
Entre tanto, la única manera de prevenir la obesidad es llevar una dieta alimenticia mucho más sana y no apostar por la conocida comida rápida, que posee todos los elementos para generar obesidad mórbida.
Además de una buena alimentación, es necesario que las personas tengan una rutina de ejercicio que les permita evitar la acumulación de grasa producto del sedentarismo.
Muchas personas en el mundo comen relativamente sano, pero aún se ven atacadas por una acumulación de grasa, sobre todo en la parte baja de abdomen.
Esto se debe principalmente a largas jornadas de trabajo sentados en un escritorio frente al ordenador.
La falta de ejercicio también puede acarrear un poco de sobrepeso, mientras que una dieta saludable y algo de ejercitación pueden evitar el sobrepeso y la obesidad.
En todo el mundo la gran mayoría de personas obesas son mujeres y los expertos atribuyen el aumento de la enfermedad a los hábitos alimenticios y el creciente bombardeo publicitario de las franquicias de comida rápida, así como la vida sedentaria de las grandes urbes.
Actualmente no es necesario llegar a la obesidad para morir por alguna complicación propia del sobrepeso, como enfermedades cardiovasculares, por eso es importante mantener una dieta sana, baja en grasas y azúcares.