Conozca las recomendaciones ante situaciones violentas
En la República Dominicana hay una cultura del “hombre guapo” y “del hombre macho” que está conformada por creencias falaces que no se sustentan en ninguna racionalidad ni lógica, aseguró este sábado el psicólogo clínico Luis Vergés.
“En esta cultura del hombre guapo aquí lo que tenemos es el ingrediente de la imprudencia, de la impulsividad: ‘el yo no me echo para atrás’, ‘quien me la hace me la paga’, ‘yo no me quedo con esa’, ‘yo tengo que vengar eso a como dé lugar’”, ejemplificó.
Vergés, director del Centro Conductual para Hombres del Distrito Nacional, señaló que estos componentes se repiten y se normalizan y, cuando lo hacen, la sociedad construye discursos que los legitiman. “Y al legitimarlos, cuando esas personas generan violencia, no siente que han cometido una falta, sienten que han hecho lo correcto”, aseguró.
Ante esas situaciones, Luis Vergés recomendó la estrategia de detención del pensamiento, aprender a detenerse. “Al actuar de forma impulsiva, rápida, lo que opera es esa parte primitiva que uno libera desde la primera reacción y los seres humanos no estamos para reaccionar, estamos para responder, preferiblemente, de forma racional”, dijo.
En segundo lugar, señaló que la persona debe recordar quién es. “Como soy una persona, también la otra persona a mí me importa; es hacernos un autollamado”, aconsejó. El psicólogo clínico apuntó que cuando alguien se ocupa de no hacerle daño a una persona, se hace mejor.
“Cuando tú razonas de esa manera y llevamos a la población el mensaje que: cuando yo protejo a otra persona de mi propio enojo, de mi malestar, de una posible explosión, yo soy mejor”, afirmó Luis Vergés.
De igual forma, está aprender a dejar el lugar, a abandonar el espacio y no crear que por esto se es cobarde ni malo. “Los seres humanos tenemos que operar desde otra lógica, los seres humanos no podemos operar bajo la lógica del depredador. Tenemos que operar bajo la lógica de que, si yo protejo al otro, si yo hago mejor la convivencia ciudad con el otro, mejor soy yo como persona”, agregó.
«Tenemos que entender que no todas las formas de violencia son iguales, no se manifiestan ni se expresan en los mismos escenarios», aclaró Vergés, por lo que indicó que, según el escenario, habrá medidas que sean más prácticas que otras.
Trabajar en la problemática psicosocial de la violencia
El psicólogo clínico Amaury Ramírez, del proyecto Masculinidad Positiva, dijo que es preocupante la «normalización de la violencia» entre pares y apuntó que los más de mil hombres asesinados a manos de otros hombres cada año «no causan ninguna preocupación».
«Desde pequeño el hombre es ‘castrado’ en su emocionalidad, no se les permite expresar emociones como el miedo, la tristeza y la única emoción validada es la ira como forma de expresión de su ‘masculinidad’, por tal razón es importante modificar los patrones de crianza a fin de tener conductas diferentes en los hombres en su adultez», se lee en el comunicado del proyecto.
Ramírez llamó a las autoridades a fin de trabajar en programas que verdaderamente impacten en la modificación conductual y con ello en la creación de una cultura de paz, con una adecuada intervención comunitaria. «El país cuenta con la cantidad de profesionales disponibles, hace falta priorizar en salud mental, una mayor inversión traería como consecuencia una sociedad menos violenta», aseveró.
- Hacer conciencia del estado emocional que tienes en el momento.
- Evaluar el estado emocional de las otras personas.
- Tomar decisión consciente de mantener la calma aun en medio de la incomodidad del momento, es mejor no responder ni argumentar frente a personas violentas.
- Ejercicios para recobrar la calma como la respiración profunda, contar de 10 hasta 0.
- Salir del lugar y evitar la discusión con personas que muestren alto nivel de irritabilidad.