Conozca qué es un ictus y qué secuelas deja a quien lo sufre
Santo Domingo. – Esta dolencia supone la segunda causa de muerte global en España y ostenta el número uno entre las mujeres Cada año, en España unas 120.000 personas sufren un ictus, una dolencia que ya supone la segunda causa de muerte global en España y ostenta el número uno si la estadística se detiene sólo en las mujeres.
Una de cada seis personas tendrá un ictus a lo largo de su vida y, por ello, la mitad padecerá secuelas discapacitantes o fallecerá.
AUMENTAN LOS CASOS
El envejecimiento aumenta considerablemente las probabilidades de padecer un ictus. Pero la enfermedad no sólo afecta a las personas mayores, sino que en los últimos años los estudios muestran que está aumentando la frecuencia entre las personas menores de 55 años.
Algunos trabajos apuntan que en los últimos años se ha disparado hasta un 25% los casos que se dan entre personas de edades comprendidas entre los 20 y los 64 años.
El abordaje del problema es fundamental para su pronóstico. Así, recuperarse sin secuelas importantes tras un accidente cardiovascular depende en gran medida del tiempo de reacción. Por este motivo, se ha acuñado la frase “tiempo es cerebro”.
TIPOS DE ICTUS
Hay dos tipos de ictus. El más común, que supone el 85% de los accidentes cerebrovasculares es el ictus de tipo isquémico, que se produce por una oclusión en una de las arterias que riegan el cerebro. Hay dos tipos de tratamiento útiles que tienen una ventana de efectividad de pocas horas. El abordaje intravenoso es eficaz en un máximo de cuatro horas y medias desde el inicio de los síntomas; mientras que el tratamiento mecánico endovascular no surte efecto más allá de las ocho horas salvo en escasas excepciones.
El otro tipo de ictus, el hemorrágico, es menos común. Se produce cuando un vaso sanguíneo se rompe y produce un sangrado en el interior del cerebro. En un accidente cerebrovascular hemorrágico, los primeros pasos consisten en hallar la causa del sangrado para intentar controlarlo. Se puede necesitar cirugía.
La hemorragia subaracnoidea es una de estas posibles causas. Se produce cuando el sangrado tiene lugar en la zona comprendida entre el cerebro y los tejidos que lo cubren, denominada espacio subaracnoideo.
En estos casos el síntoma más común es un dolor de cabeza intenso que comienza súbitamente. Además, también suele producirse disminución del estado de conciencia, fotofobia, confusión, dolores musculares, náuseas y vómitos o problemas de visión, entre otros.
Para confirmar este trastorno, suele realizarse una tomografía computerizada de la cabeza.
La cirugía puede ser necesaria para eliminar la hemorragia y aliviar la presión en el cerebro o, si la hemorragia se debe a un aneurisma, para reparar esta ruptura.
El pronóstico depende en gran medida de la ubicación y cantidad del sangrado y de las posibles complicaciones, como un sangrado secundario.