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Conozca quién es Gustavo Petro, el presidente electo de Colombia

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El líder natural de la izquierda colombiana, Gustavo Petro, quién es economista, se convirtió este domingo en el presidente electo de Colombia

Conozcamos el perfil de Petro, quien desde muy temprana edad estuvo inmerso en uno de los movimientos de su país.

Es hijo de Clara Nubia Urrego, una militante de la Alianza Nacional Popular (Anapo) y de Gustavo Ramiro Petro, un descendiente de italianos, simpatizante de las ideas del expresidente ultraconservador Laureano Gómez.

Sus recuerdos de infancia se reparten entre el barrio Las Cruces, de Bogotá, el Caribe colombiano y Zipaquirá (Cundinamarca).

Sus primeras participaciones en movimientos

En 1973, tras el golpe de Estado en Chile y el suicidio del presidente, Salvador Allende, Gustavo participó en su primera manifestación en Zipaquirá. Ese gesto no cayó bien entre los curas, quienes lo tuvieron entre ojos, pese a tener buenas calificaciones.

Petro, junto a tres amigos del colegio —Jairo Navarrete, Germán Ávila y Gonzalo Galvis— fundó el grupo JG3. Posteriormente, Navarrete se unió a la Policía con la idea de crear una insurrección desde la fuerza pública —propósito que no prosperó—, y los demás se unieron al Movimiento 19 de abril (M-19) en 1978.

Petro tenía 18 años y llevaba una doble vida: era un estudiante becado por promedio en Bogotá y un militante del M-19 en Zipaquirá. Entre otras cosas, su paso por la insurgencia le dejó una de sus características insignia: su imperturbabilidad.

En ese municipio de Cundinamarca lideró la ocupación de un terreno para levantar un barrio de invasión llamado Bolívar 83, que aún existe. Según él, allí llegaron a vivir personas que habían sido despojadas en Pacho por el narcotraficante Gonzalo Rodríguez Gacha, alias El Mexicano.

En 1984 se convirtió en concejal, pero el M-19 no estaba muy entusiasmado con la incursión de sus miembros en la política ni con las maneras pacíficas de Petro, de modo que lo expulsaron, junto a sus amigos, aunque fue reincorporado tiempo después.

Su paso por prisión

A prisión llegó por primera vez en 1985, luego de que un niño le revelara su ubicación al Ejército, intimidado por la amenaza de que le mataran a su mamá. No hacía mucho tiempo, se había enterado de que Katia Burgos, su novia y también combatiente, oriunda de Ciénaga de Oro, estaba esperando a Nicolás, su primer hijo.

Fue retenido sin orden de captura, torturado por agentes de la fuerza pública y recluido en cuatro lugares: la Escuela de Caballería del Cantón Norte, la Cárcel La Modelo, la Picaleña de Ibagué —luego de que lideraran una protesta para que dejaran trabajar a los presos— y La Picota de Bogotá —cuando hubo un intento de fuga en Ibagué y le echaron la culpa a él—.

Salida de prisión

En febrero de 1987, cuando salió de prisión, prefirió la clandestinidad en Santander. Allá conoció a Mary Luz Herrán, su primera esposa, con quien tuvo a sus hijos Andrés y Andrea.

Este nombre es especial para Petro. Cuando recién ingresó al M-19 había escogido el alias de Aureliano, en honor a Gabriel García Márquez.

Años más adelante adoptó el alias de Andrés, como un gesto de admiración hacia Andrés Almarales, combatiente de quien destacaba su integridad y capacidad para la oratoria, y que murió en la toma del Palacio de Justicia.

Su paso por el Congreso

En 1997 Petro hizo su primer intento por llegar a la Alcaldía de Bogotá, pero él no tenía el impacto mediático de Mockus: su derrota ante Enrique Peñalosa fue contundente. No obstante, la AD M-19 se presentó a las legislativas en 1998 y Petro volvió a entrar al Congreso, de donde no salió hasta 2009.

Durante su paso por el legislativo, el congresista lideró todo tipo de debates: desde acaparamiento de terrenos en Bogotá, pasando por el caso de Banpacífico y las chuzadas hasta la complicidad de la política nacional y regional con el paramilitarismo. Era considerado uno de los mejores parlamentarios.

En ese tiempo, además, conoció a su segunda y actual esposa, la sincelejana Verónica Alcocer García. También surgió el partido Polo Democrático, que recogía a la izquierda del fin de milenio.

En 2009 salió del Senado de la República para aspirar a la presidencia el año siguiente. Quería el apoyo del Polo Democrático, pero este partido ya tenía a un candidato proyectado: el antioqueño Carlos Gaviria Díaz, quien ya había perdido con Uribe en 2006 y era considerado uno de los mejores juristas del país.

El comienzo de sus candidaturas presidenciales

Petro presionó por una consulta interna del Polo y resultó ganador ante Gaviria, pero varios aspectos jugaron en contra de su aspiración presidencial. En primer lugar, ni el propio Gaviria ni otras figuras importantes del Polo, como Navarro Wolff y el entonces alcalde Samuel Moreno, lo apoyaban.

En segundo lugar, esta votación tuvo lugar en octubre, mientras la del recién nacido Partido Verde —que, según la versión de Petro, fue fundado con ayuda suya y del cual fue desplazado después— fue al tiempo que las elecciones legislativas de 2010.

Al final, Gustavo Petro quedó tercero en la primera vuelta con 1,3 millones de votos. Aunque Petro había sido aliado de Mockus en los noventas y pese a la importancia histórica que tenía esa votación, la primera sin Uribe, el excandidato se convirtió en promotor del voto en blanco para la segunda vuelta.

Petro criticó la jugada en otros políticos ocho años después, cuando él pasó a la segunda vuelta contra Iván Duque para ser el sucesor de Juan Manuel Santos, el ganador de la contienda en 2010, quien hizo todo lo contrario a lo que pretendía su mentor —con proceso de paz incluido—.

El voto en blanco no fue el único portazo de Petro ese año: se encargó de denunciar las irregularidades en los procesos de contratación en Bogotá durante la alcaldía de Samuel Moreno, nieto de Gustavo Rojas Pinilla y miembro de su propio partido. Además, le puso un ultimátum a su partido: si no se iba Iván Moreno, hermano de Samuel y presidente del Polo, se iría él. Entonces, Petro dejó atrás un partido desprestigiado desde la raíz y que nunca creyó en él del todo.

En 2011 creó el movimiento Progresistas, desde el cual se lanzó a la Alcaldía de Bogotá. Compitió contra nueve candidatos, entre ellos dos viejos rivales: Gina Parody y Enrique Peñalosa. Petro ganó la elección con 732.308 votos, el 32 % del total, con un 10 % de ventaja sobre Peñalosa.

Durante sus cuatro años de alcaldía (2012-2016), Gustavo Petro se enfocó en entablar diálogo social con comunidades vulnerables, como los habitantes de calle y las trabajadoras sexuales, para conocer sus necesidades. También amplió la jornada de los colegios del distrito, invirtió en programas culturales y musicales, abordó el problema de la drogadicción como un asunto de salud pública y no de seguridad —algo que nadie había hecho antes en Colombia— y liberó del trabajo a 2700 caballos que estaban en manos de recicladores.

Hacia la presidencia

Años más tarde, Petro cumplió su promesa de ser el líder visible de la oposición durante este periodo. Su figura se hizo cada vez más fuerte. Esto se vio especialmente en el paro nacional de 2021; el presidente y los congresistas de Gobierno tenían la impresión de que los manifestantes estaban a la merced de Petro, aunque se tratara de un estallido social espontáneo, acumulado desde 2019 y frenado en seco por la llegada de la pandemia.

Para 2022, Petro hizo la misma apuesta de 2018: hacer una consulta interpartidista en las elecciones legislativas. En esta oportunidad, el tarjetón estaba a nombre del Pacto Histórico, una agrupación de políticos, movimientos y partidos de la alternativa. Era claro desde el principio que el exalcalde de Bogotá sería el ganador, pero llamaron la atención sus contendores.

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