Considera cancelación del Plutarco Arias en Salud Pública como un acto justo
Por Alexander Olivence
Bien destituido. El cargo, como a otros, se le subió a la cabeza; era soberbio, arrogante, prepotente, inaccesible, maltrataba a los dirigentes medios del PRM, no les tomaba las llamadas ni lo recibía en su despacho, personalizó el Ministerio, se rodeó de un séquito de malvados, egoístas, mentirosos, intrigantes e indolentes.
Obedecía a un clan despiadado e inhumano. Nunca tomó en cuanta a los que se fajaron priorizando gente que eran de otros partidos, que no hicieron campaña, burlándose e irrespetando más de 16 años de firmeza y lealtad en la oposición. Y como él, hay otros iguales o peores, que ni siquiera satisfacen los deseos del Presidente. Hay que cambiar a todo aquel que desafía y contraviene el mandato de Luis Abinader. Esta cancelación le envía un mensaje claro a esos funcionarios desleales, ingratos, despóticos y perversos.
El funcionario que después que el PRM llegó al Poder, ignora a sus viejos compañeros de lucha política, despreciándolos, no tomándoles las llamadas, eludiéndolos, tratándolos con desprecio y odio, debe ser cancelado. La actitud de esos ingratos pone al descubierto su hipocresía, falsedad y vocación ingrata y traidora.
Att Alexander Olivence
El defensor de las bases del PRM.