Cronología de una alianza electoral fallida entre el PLD y la FP
La dirigencia media y las bases de los partidos de la Liberación Dominicana y Fuerza del Pueblo ansían una alianza electoral para los procesos electorales del 2024, conscientes que es la única manera de competir con posibilidades de éxitos en el Congreso y los ayuntamientos, con el gobernante Partido Revolucionario Moderno.
Aunque la inmensa mayoría quiere el acuerdo porque es muy necesario, casi vital, un reducido, pero influyente grupo de dirigentes, en ambos partidos, se oponen y con argumentos que son parcialmente válidos.
Para la realización de este trabajo fueron consultados dirigentes al más alto nivel PLD-FP y algunos de los que de una u otra manera hicieron gestiones informales para la conformación de un frete opositor.
INCONVENIENTES EN EL PLD. Desde el sector peledeista, el entorno del aspirante presidencial, Abel Martínez, el expresidente Danilo Medina y el secretario general, Charlie Mariotti, ya no quieren la alianza municipal, pues sus estudios revelan que la Fuerza del Pueblo está bien posicionada con su candidato presidencial, Leonel Fernández, pero no cuenta con líderes locales sólidos para postular a cargos edilicios y al Congreso Nacional.
Por ende, el respaldo del peledeismo permitiría la FP obtener una considerable cantidad de alcaldes, regidores, directores distritales y vocales, lo que eventualmente se traduciría en una especie de catapulta, en febrero, que potencializaría a Fernández en las elecciones presidenciales de mayo.
Este cuadro podría consolidar a Leonel en la segunda posición y sacaría de competencia a Abel Martínez para una eventual segunda vuelta.
O sea, la alianza PLD-FP en febrero podría fortalecer a Leonel para mayo y de esta manera se esfumarían las posibilidades del PLD de retornar al poder.
Una muestra que confirma esta tesis, lo evidencia el reto que el pasado jueves lanzó Martínez a Leonel, al que propuso una alianza condicionada a la Fuerza del Pueblo, en la que el candidato que encabece la boleta presidencial sea el del partido que obtenga mejores resultados en las elecciones municipales.
La dirigencia media y las bases de los partidos de la Liberación Dominicana y Fuerza del Pueblo ansían una alianza electoral para los procesos electorales del 2024, conscientes que es la única manera de competir con posibilidades de éxitos en el Congreso y los ayuntamientos, con el gobernante Partido Revolucionario Moderno.
Aunque la inmensa mayoría quiere el acuerdo porque es muy necesario, casi vital, un reducido, pero influyente grupo de dirigentes, en ambos partidos, se oponen y con argumentos que son parcialmente válidos.
Para la realización de este trabajo fueron consultados dirigentes al más alto nivel PLD-FP y algunos de los que de una u otra manera hicieron gestiones informales para la conformación de un frete opositor.
INCONVENIENTES EN EL PLD. Desde el sector peledeista, el entorno del aspirante presidencial, Abel Martínez, el expresidente Danilo Medina y el secretario general, Charlie Mariotti, ya no quieren la alianza municipal, pues sus estudios revelan que la Fuerza del Pueblo está bien posicionada con su candidato presidencial, Leonel Fernández, pero no cuenta con líderes locales sólidos para postular a cargos edilicios y al Congreso Nacional.
Por ende, el respaldo del peledeismo permitiría la FP obtener una considerable cantidad de alcaldes, regidores, directores distritales y vocales, lo que eventualmente se traduciría en una especie de catapulta, en febrero, que potencializaría a Fernández en las elecciones presidenciales de mayo.
Este cuadro podría consolidar a Leonel en la segunda posición y sacaría de competencia a Abel Martínez para una eventual segunda vuelta.
O sea, la alianza PLD-FP en febrero podría fortalecer a Leonel para mayo y de esta manera se esfumarían las posibilidades del PLD de retornar al poder.
Una muestra que confirma esta tesis, lo evidencia el reto que el pasado jueves lanzó Martínez a Leonel, al que propuso una alianza condicionada a la Fuerza del Pueblo, en la que el candidato que encabece la boleta presidencial sea el del partido que obtenga mejores resultados en las elecciones municipales.
