¿Cuál es la probabilidad de que la Ley Dignidad sea aprobada en el Senado de EE.UU?

En un escenario optimista, con avances en la Cámara, improbable presión moderada de la Casa Blanca y acuerdos minuciosos en el Senado, la probabilidad podría subir al 40–50%. Es decir, desde mi punto de vista esta es una ley natimuerta en el escenario actual y la impostergable agenda del ala conservadora (MAGA) sobre inmigración y su proyección con miras a las elecciones del 2028.

Washington, DC: La probabilidad de que la Ley Dignidad sea aprobada en el Senado de EE.UU depende de varios factores clave, y actualmente se encuentra en una fase temprana sin un calendario definido para llegar al pleno del Senado. Fue presentada a principios de julio de 2025 por las congresistas María Elvira Salazar (R‑FL) y Verónica Escobar (D‑TX). Aún no ha sido aprobada en la Cámara de Representantes, y con ello no ha sido remitida formalmente al Senado. El Congreso está sumamente dividido sobre migración, lo que complica su avance.

La reforma, que ofrece estatus temporal (no ciudadanía), requerimientos estrictos, y sin beneficios federales, está diseñada para ser bipartidista. Pero sin una mayoría clara en el Senado ni una prioridad legislativa del liderazgo, su paso es poco seguro. Además, la polarización por la migración puede obstaculizar la obtención de los 60 votos necesarios para superar el filibusterismo.

Tiene un apoyo bipartidista moderado, el hecho de incorporar seguridad fronteriza y exigir multas hace que algunos republicanos moderados puedan apoyar; la presión electoral, considerando la creciente importancia del voto hispano en estados clave, podría ser un factor a favor; pero el posible respaldo de la Casa Blanca sería determinante, pero no está claro que la administración Trump en curso apoya la ley o una opción intermedia.

Filibusterismo parlamentario es el principal obstáculo de la propuesta. Sin 60 votos, cualquier reforma migratoria en el Senado está bloqueada. El ala dura republicana lo ve como “amnistía”, y los demócratas más progresistas lo consideran insuficiente. Otro factor en contra es que el Congreso está fragmentado y con múltiples prioridades urgentes, lo que podría dejar la ley postergada indefinidamente.

Dada la situación política actual, el estado del paquete legislativo en la Cámara de Representantes, la división partidista y las reglas estrictas del Senado, mi estimación es que la probabilidad a corto plazo para los próximos 3 a 6 meses de aprobación es baja, menos del 30%. En un escenario optimista, con avances en la Cámara, improbable presión moderada de la Casa Blanca y acuerdos minuciosos en el Senado, la probabilidad podría subir al 40–50%. Es decir, desde mi punto de vista esta es una ley natimuerta en el escenario actual y la impostergable agenda del ala conservadora (MAGA) sobre inmigración y su proyección con miras a las elecciones del 2028.