Cuestionan sistema: Motines cárceles
Cada uno de los motines que con frecuencia ocurren en alguna cárcel, siempre con saldo de muertos y heridos, pone el dedo en la llaga sobre las deficiencias del sistema penitenciario.
Años van y años vienen sin que se superen los mismos problemas que tradicionalmente han afectado el drama de las cárceles. Se anuncian modelos de gestión, programas, mejoría en la alimentación y hasta un personal especializado, pero sin que desaparezcan los motines y otros conflictos entre los reclusos.
El motín del sábado en el Centro de Corrección y Rehabilitación Najayo-Hombres, en San Cristóbal, que dejó seis reclusos heridos, expresa el malestar que se vive en las prisiones.
Se dijo que la causa de la revuelta fue una requisa dispuesta por las autoridades del recinto. Resulta que en las celdas hay reclusos armados e incluso se distribuyen hasta sustancias narcóticas.
En La Victoria las propias autoridades desmantelaron en una ocasión un centro de tecnología que hasta vendía servicio de Internet en la zona. Y al menos que se sepa no hubo sanciones contra los responsables de operar el sistema.
Los motines, en los que casi siempre gravita el papel de los custodias, cuestionan los avances en el sistema de que suelen dar cuenta las autoridades. La insubordinación de reclusos ocurrida en Najayo demanda una investigación para establecer y actuar en consecuencia.